• El porcentaje de cesáreas en la privada llega al 41%

    En los hospitales del Servicio Público de Salud (Sescam), con más de 14.000 partos anuales, el porcentaje de cesáreas es del 23,54%. Mientras que en los centros privados de Castilla-La Mancha, con 506 partos al año, el porcentaje se sitúa en el 41,50%.

    Imagen de archivo de un parto para ilustrar las estadísticas de cesáreas y partos vaginales.
    Imagen de archivo de un parto vaginal en el Sescam.

    Así se desprende de los últimos datos del Servicio de Información y Estadísticas Sanitarias de la Consejería de Sanidad, que hacen referencia al año 2016.

    Desde 2014, se observa un descenso de las cesáreas

    No obstante, en los centros privados se observa un descenso desde 2014. Y es que la cesárea multiplica por tres el riesgo de muerte durante el parto.

    A juicio del ginecólogo Gaspar González de Merlo, el problema del incremento del número de cesáreas está en un cambio de cultura equivocado. Ha calado en las madres la falsa creencia de que la cesárea es mejor tanto para el niño como para ellas, cuando aumenta tanto el riesgo de muerte como de anemia e infecciones.

    El quirófano multiplica por tres el riesgo de muerte

    González de Merlo ha subrayado que hace treinta años el porcentaje de cesáreas era del 14%, que esta cifras haya aumentado supone, en su opinión, un retroceso.

    Este médico considera que no hay una cifra ideal de cesáreas. Este paso se debe dar cuando el especialista así lo considere. Además, dependerá de los medios del centro sanitario, ya que si hay un quirófano disponible para actuar en caso de complicaciones, hay más margen para insistir en el parto vaginal.

    Los ginecólogos se enfrentan a las leyendas urbanas que han asimilado las madres

    Este ginecólogo, jefe de servicio durante cerca de tres décadas, ha insistido en que hay que desterrar “disparates” como que adelantar el parto mejora la figura de la madre, que se recomienda en madres mayores de 35 años o que con una cesárea se evitan problemas en las futuras relaciones sexuales, ya que el efecto es el contrario. Si la gestante es una mujer sana, la edad no es determinante para indicar una cesárea.

    Una cesárea implica un quirófano y una cirugía y, por tanto, siempre supondrá mayores riesgos y una recuperación más lenta que en el caso del parto vaginal.

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