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Las enfermeras se han manifestado este viernes, con motivo del Día Internacional de la Mujer, en Castilla-La Mancha, para reclamar un cambio estructural que reconozca su trabajo en el Servicio de Salud (Sescam). Y es que desde el sindicato SATSE consideran que sufren discriminación laboral y profesional por el hecho de ser un colectivo mayoritariamente femenino.
Concentraciones en hospitales de las cinco provincias con motivo del Día de la Mujer
Convocadas por el Sindicato de Enfermería (SATSE), las enfermeras se han concentrado en el Hospital Universitario de Albacete; Hospital General de Ciudad Real; Hospital Virgen de la Luz de Cuenca; Hospital Universitario de Guadalajara y en el Hospital Universitario de Toledo con mensajes para denunciar “la situación de hartazgo, desmotivación y desilusión que tienen por el desinterés de las administraciones públicas hacia su realidad”, ha subrayado el sindicato.
Estas concentraciones de las enfermeras en las cinco capitales de Castilla-La Mancha han sido la culminación de las diferentes acciones de información, sensibilización y presión sindical que ha llevado a cabo SATSE, con motivo del Día de la Mujer, con el objetivo de generar conciencia sobre la realidad laboral de las enfermeras.
Así, las enfermeras han leído un manifiesto en las concentraciones en el que se ha destacado la necesidad de que se valore y reconozca su esencial aportación a la sanidad y que su trabajo deje de ser menospreciado e infravalorado. “Estamos hartas de que nuestra formación, cualificación y experiencia profesional no se reconozca”, han reiterado.
Clasificación profesional
Además, las protestas se han centrado en la discriminación que sufren desde hace años por permanecer en el subgrupo A2. Una clasificación profesional que las enfermeras consideran que no está acorde con la ordenación actual de los títulos universitarios y el desarrollo competencial experimentado por la profesión en los últimos años y que supone una importante brecha de género laboral y salarial.
En femenino
También han manifestado que, aunque deberían haberse superado los roles sexistas, en la actualidad se sigue marginado a su profesión, por ser mayoritariamente femenina y dedicarse a los cuidados, a pesar de su importancia y necesidad dentro del sistema sanitario y en la sociedad.
Entre otras discriminaciones y perjuicios, las enfermeras han destacado en el Día de la Mujer la falta de reconocimiento a la dureza de su condiciones y riesgos laborales, lo que les impide poder acceder a la jubilación anticipada voluntaria; sufrir estereotipos sexistas; un mayor número de agresiones físicas y verbales, y dificultades de conciliación.
