Dibujos animados en los pasillos, payasos, magos y escuela de verano. Médicos con muñecos en el fonendo y enfermeros con pijamas de superhéroes. Los hospitales, las asociaciones y su personal tratan de humanizar los ingresos, sobre todo en Pediatría. Así, el Complejo Hospitalario Universitario de Albacete ha atendido, con el apoyo de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), a 125 menores en su escuela de verano.
Por séptimo año consecutivo, unos 15 voluntarios de la asociación, de edades comprendidas entre los 20 y 30 años, acuden los meses de verano, cada mañana, al hospital, de 10 a 13 horas, para jugar, acompañar y entretener a niños y jóvenes hospitalizados.
De esta forma, los voluntarios y profesionales del Hospital, intentan hacer más divertida la estancia en el centro para los menores y sus familiares a través de diferentes talleres, como musicoterapia, papiroflexia, cuentacuentos o juegos educativos.
Tratamiento y juegos
Los talleres se realizan en la ciberaula, para aquellos niños que pueden salir de las habitaciones, o a pie de cama si los niños no pueden salir, siempre bajo el prisma de la importancia que tiene el juego en los niños. Además, también se ocupan de animar la estancia de los niños del Hospital de Día Oncohematológico. Así, el objetivo de este grupo de voluntarios no es otro que intentar hacerles olvidar que están ingresados en el hospital.
Cerca de 125 menores hospitalizados, durante el mes de julio, han asistido a la Escuela de Verano del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, gracias a un programa de voluntariado organizado por la Unidad de Animación Sociocultural del Servicio de Atención al Paciente de la Gerencia de Atención Integrada de Albacete, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, en colaboración con la Asociación Española Contra el Cáncer.
AECC, tres décadas de voluntariado
La Asociación Española contra el Cáncer inició su programa de voluntariado en 1989 y, actualmente, se desarrolla en más de 150 centros hospitalarios en toda España. En Albacete son más de 60 los voluntarios que deciden compartir su tiempo con pacientes y familiares en el hospital, durante todo el año. Es un servicio bien acogido por pacientes, familiares y profesionales, que se ofrece con el objetivo principal de contribuir a la pronta recuperación de los pacientes paliando los efectos que conlleva la hospitalización.