• Más que una ilusión, la asociación que revoluciona hospitales

    Hace once años, un equipo de payasos se coló en el Hospital General Universitario de Albacete. Anestesio, Endorfino y Colorín, con sus voluntarios, revolucionaron la planta de Pediatría a base de globos, risas, color y éxitos de la talla de Paquito El Chocolatero. La idea de José Antonio Gil Cuenca -trabajador social, peluquero, concejal y payaso- y su mujer, María José Bonete, cuajó desde el primer día. Y aquella asociación que fundaron para llenar de alegría los hospitales, conocida como Más que una ilusión, ya forma parte de la historia de la sexta planta. De hecho, los payasos no fallan ni un solo miércoles a su cita con los niños ingresados en el centro hospitalario.

    Más que una ilusión

    El almanseño José Antonio Gil Cuenca es trabajador social de carrera, peluquero de oficio y concejal de Bienestar Social. Pero desde hace once años, al menos una vez a la semana, lo deja todo para convertirse en Colorín.

    José Antonio Gil Cuenca.

    En 2006, un amigo le comentó a José Antonio que la Iglesia Evangélica estaba llevando a cabo un proyecto en Andalucía que estaba cambiando por completo la visión que tenían los niños de los hospitales. Como su mujer es educadora infantil y siempre ha tenido debilidad por los niños, máxime cuando sufren, le contó en grandes rasgos aquella idea andaluza.

    El objetivo siempre ha sido humanizar

    Y de la noche a la mañana, el matrimonio, que ya tenia a sus tres hijos, empezó a reclutar voluntarios para borrar esa imagen deshumanizada de los hospitales que hace que el enfermo se sienta peor de lo que está.

    Abrir la puerta a los payasos no fue un paso exento de burocracia, pero pediatras como el doctor Lillo primero o el doctor Cepillo después, aplaudieron la idea, igual que contó con el apoyo del aula hospitalaria y de la maestra Ana Martínez. También se embarcó en lo que parecía una locura el animador sociocultural, José Antonio Requena.

    Los fundadores de Más que una ilusión fueron un trabajador social, peluquero y concejal, y su mujer, que es educadora infantil

    Desde entonces, más de 40 voluntarios activos han actuado en miles de ocasiones, hasta el punto de realizar 15.000 visitas a las habitaciones de los niños ingresados. Pero la labor de Más que una ilusión ha llegado a involucrar a toda la planta, donde han desfilado desde payasos hasta Moros y Cristianos, fruto del origen almanseño de sus fundadores.

    Con goteros y en pijama, niños, personal sanitario y los “artistas” de Más que una ilusión han bailado y reído olvidando las rutinas hospitalarias, al son de guitarras, tambores y timbales. Anestesio, el payaso más callado y tímido; Endorfino, el más alocado, y Colorín, junto a todo su séquito, trabajan bajo la tutela de un grupo de colaboradores que van desde maestros a oncólogos, pediatras y enfermeras, con el fin de que cada proyecto sea acorde con la situación de cada paciente. Además, la Facultad de Enfermería ha llegado a poner la nariz roja a toda una promoción en su honor.

    Más que una ilusión

    La presidenta es la bioquímica Raquel Pascual

    Más que una ilusión es una asociación sin ánimo de lucro que colabora con asociaciones sanitarias y, aunque su centro de referencia es el Hospital General Universitario de Albacete, también ha colaborado con el Perpetuo Socorro, el Hospital de Almansa y el de Elche (Alicante). Su presidenta es la bioquímica Raquel Pascual y el secretario es Manuel Candel. Gracias a esta asociación, al menos una vez a la semana, la planta de pediatría se parece más a un circo que a un centro hospitalario. Y es que, si bien la medicina es la que cura, las sonrisas ayudan.

    Más que una ilusión

    Así se despedía Más que una ilusión antes de tomarse unas breves vacaciones de verano: