• “Los farmacéuticos queremos ser un agente de salud más”

    Los farmacéuticos de Castilla-La Mancha quieren ser una extensión del servicio de salud (Sescam), un profesional que tenga acceso al historial farmacológico del paciente y que pueda comunicarse con sus médicos, ‘un agente de salud más’. Así lo pone de manifiesto el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Albacete y tesorero del consejo regional (COFCAM), Pablo Silvestre, quien analiza para Diario Sanitario la actualidad de una profesión que este 25 de septiembre celebra su día.

    Los farmacéuticos de Castilla-La Mancha quieren ser una extensión del servicio de salud (Sescam), un agente de salud. Y tienen la fórmula.

    La farmacia implica “vocación de servicio público”

    La tarjeta del Sescam puede conectar a hospitales y centros de salud con las farmacias

    La tarjeta del Sescam puede ser el puente que una a centros de salud y hospitales con una red de 1.255 farmacias que llegan hasta el pueblo más pequeño de Castilla-La Mancha. Pero falta que la Consejería de Sanidad dé el paso. Con esta fórmula, el farmacéutico podría advertir de interacciones entre tratamientos, de reacciones adversas o de cambios ante un problema de desabastecimiento.

    Y es que Silvestre asegura que “los farmacéuticos queremos ser un agente de salud más”. Este es el reto, “conseguir que todos nos vean así, que seamos la continuidad, la extensión”. Así, si bien los farmacéuticos, a través del examen de interno residente (FIR), tienen presencia tanto en la atención primaria como en la hospitalaria, para el tesorero de COFCAM su labor, aunque vital, se queda corta, porque se interrumpe después del alta.

    El esfuerzo de las zonas rurales

    Pablo Silvestre ve esta carencia en el día a día en su farmacia, donde también comprueba a diario cómo el coste de la vida no deja de subir, el precio de los fármacos baja y su margen se mantiene. Hay oficinas, sobre todo en los pueblos, que tienen que asumir hasta 180 guardias al año e incluso boticas que no llegan a final de mes y necesitan el apoyo de la Administración.

    La farmacia no es el negocio que se pueda pensar en la calle, pero sí es “una vocación de servicio público”, de ahí que el COFCAM quiera tender puentes con el Sescam.

    Una profesión con futuro

    Si bien los horarios, con las guardias nocturnas y los sábados por la mañana, junto a la responsabilidad de una farmacia la convierten en una empresa complicada, Silvestre ha insistido en que la carrera de Farmacia es “muy bonita y tiene muchísimas salidas”.

    Las nuevas oficinas de farmacia ya están en proceso de baremación; prácticamente no hay paro para un farmacéutico en Castilla-La Mancha y, aunque la mayoría apueste por las boticas, tiene un sinfín de caminos, desde especializarse en farmacia hospitalaria hasta dedicarse a la investigación, la docencia, la industria u opositar.

    Prudencia para este otoño

    Si ha habido una época en la que se ha visto claramente el papel de agente de salud del farmacéutico esa ha sido la pandemia. Prueba de que estos profesionales no abandonaron la primera línea es el número de compañeros que fallecieron. Ahora, Silvestre no se muestra partidario de llamar gripe al COVID y defiende tanto la vacunación como la prudencia de cara a un otoño en el que el repunte de casos será inevitable.

    Cabe recordar que el Día Mundial del Farmacéutico subraya este año el papel de estos profesionales en los barrios y pueblos donde su accesibilidad y cercanía marcan la diferencia.

    Acto en Cuenca

    El Consejo de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Castilla-La Mancha (COFCAM) ha celebrado hoy un acto institucional en Cuenca, en la Biblioteca de la Iglesia de la Merced, con motivo del Día Mundial del Farmacéutico (DMF).

    En el acto se ha presentado oficialmente el nuevo Comité Directivo y Plenario del Consejo Regional, se han hecho entrega de las medallas de honor a quienes dejan el plenario, e intervinieron representantes del COF de Cuenca, COFCAM, Consejo General de Farmacéuticos y Consejería de Sanidad.

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    3 comentarios

    1. Isidoro Jiménez Rodríguez

      Otro punto de vista.
      RESPUESTA: CURSEN LOS ESTUDIOS PERTINENTES QUE LES CAPACITEN PARA ELLO.

      Para empezar me opongo a que mis datos sanitarios puedan estar en manos de negocios privados como son las farmacias. El advertir de posibles reacciones alérgicas e interacciones de medicamentos es función de otros profesionales sanitarios que hacen un seguimiento clínico del paciente. No del farmacéutico.
      Todas las aspiraciones profesionales de las personas son muy loables, pero… si se adapten a la normativa y legalidad vigente. Todos conocemos las ingentes cantidades de dinero que generan las actividades mercantiles de nuestras boticas y el juego que les da para comprar espacios en los medios de comunicación.
      Claro que hay que buscar una solución para la atención sanitaria en las zonas rurales y pequeños núcleos de población, pero pensar que la atención de estos quede en manos de un negocio farmacéutico, lo veo como una sinrazón y una inmoralidad. El farmacéutico nunca a llevado a cabo ninguna tarea asistencial, sencillamente porque legalmente no puede hacerlo.
      Tampoco comparto que las farmacias sean “una vocación de servicio”. Por el contrario, las considero un negocio de raíces medievales que resulta difícil de engranar en la sanidad del siglo XXI. Su grado de estudios actual estaría justificado si preparasen ellos mismos cada uno de los medicamentos que dispensan. Pero esto hace muchos años que no sucede.
      Confío en que poco a poco se vaya descubriendo lo sucedido realmente a nivel asistencial durante los momentos críticos de la pasada pandemia. Aunque esto va a costar mucho, dado el número de fantoches que pululan en nuestra sanidad, o de impresentables en el ámbito de su gestión y administración. Considero que lo que han aportado los farmacéuticos a la pandemia, es lo mismo que han aportado otros tenderos y personal que están en contacto con el público dispensando mercancías. Ni más, ni menos. Y por ello, merecen el mismo reconocimiento que un camarero o que un dependienta de una panadería, por poner unos ejemplos. Que no traten de engañarnos.
      Hablar de “accesibilidad y cercanía” en el caso de un negocio, como es la farmacia, resulta difícil de entender. La salud de las personas no debe estar guiada o dirigida desde lo mercantil, sino desde el derecho básico de toda persona a recibir una atención clínica adecuada.
      Llama mi atención que los farmacéuticos, en sus desbordantes fantasías, no se propongan diagnosticar enfermedades o poner tratamientos. Es curioso que se pretendan intrusar (de intruso) en cometidos de otros profesionales de los que en España faltan miles y miles, para situarse en la media de los países occidentales. Aunque claro, no menos perverso resulta que estemos formando en nuestras universidades a un número de farmacéuticos suficiente para cubrir las necesidades de toda Europa. Esto nos cuesta muy caro a la sociedad. Y no me refiero ya al injustificado gravamen del 30% de los fármacos, sino a tener que inventarnos cometidos profesionales para que algunos de ellos puedan tener trabajo en el ámbito sanitario, aunque la mayoría de ellos aspiran a un lucrativo negocio que no aporta nada a la sociedad como es la botica.
      Estoy seguro que hoy, 25 de septiembre, ningún medio de comunicación o tertulia va a hablar del perverso primer puesto que ocupa España en cuanto al consumo de hipnóticos y tranquilizantes; o de la siniestra utilización de antibióticos, también desproporcionado con respecto a otras naciones. Una buena parte de los “méritos” de dichos “records”, considero que se deben al negocio farmacéutico.

    2. Antonio Escribano Rozalen

      Buenos días, no soy farmaceútico y creo estos tienen estudios , que relacionan fármacos y enfermedad
      Además, suelen, sin cobrar, informar a pacientes de la utilidad de los fármacos y sus efectos secundarios.
      Las farmacias no tienen listas de espera y el trato cotidiano con clientes, facilita la consulta de diversas dificultades sanitarias, que son atendidas gratuita y rápidamente.
      Tu actitud de desconsiderar los negocios privados, te sitúa en el de recibir subvenciones en organizaciones ideológicas.

      • Isidoro Jiménez Rodríguez

        Respuesta a comentario enviado.
        Le estoy muy agradecido por su deferencia de leer mi punto de vista anterior.
        La Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (Ley 44/2003, de 21 de noviembre) fija los cometidos de cada profesional sanitario. En el caso del farmacéutico su función son las “actividades dirigidas a la producción, conservación y dispensación de los medicamentos” (art. 6, 2 b) fundamentalmente. Y añade su papel colaborativo en “procesos analíticos”, que creo referido a los análisis clínicos; así como la ayuda o apoyo en procesos “farmacoterapéiticos y de vigilancia de la salud pública”.
        Que alguien haga de tal “colaboración” un pozo sin fondo, no es ético, ni moral, pues supone una intromisión en las actividades de promoción de la salud y de prevención de las enfermedades que otros profesionales clínicos, no regentes de negocios privados, llevan a cabo de una forma autónoma y plenamente refrendada en la citada Ley.
        Conozco a personas que acuden a curanderos y curanderas. Y hasta consultas de estos últimos más concurridas que el centro de salud. Somos libres de dirigir nuestros procesos curativos por donde nos plazca. Pero considero que estas funciones que pretenden abarcar los boticarios carecen de fundamento y refrendo legal. Podemos pedir consejos sanitarios al panadero, al frutero o al mecánico de electrodomésticos… O inclusive permitir que el farmacéutico, a quien la evolución social y sanitaria, ha dejado su campo profesional sin cometidos que justifiquen, en un 99% de ellos, el grado universitario de que gozan, hagan de su capa un sayo. Ahora con un inconcebible ministro del gremio, es la oportunidad de quebrantar la ley.
        Considero que hay que buscar otro sistema de distribución y dispensación de medicamentos, pues el brutal gravamen que suponen hoy las farmacias fomenta la inaccesibilidad a estas medicinas de muchos ciudadanos.
        Y los negocios farmacéuticos nunca actúan de forma gratuita ni desinteresada, esta usted en un error. Tras las drogas y la prostitución, son las empresas farmacéuticas el mercado que mas beneficios reporta.
        Yo nunca he estado en un partido político, ni estoy asociado a ningún sindicato, ni a ninguna otra “organización ideológica”. Y mucho menos, soy palmero de nadie. No se equivoque. La prueba de ello es mi comentario a otra de las noticias que publica hoy este mismo medio, referida a la limpieza de hospitales.
        Un saludo.

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