• ¿Dónde está el fisioterapeuta en educación?

    En Castilla-La Mancha, por Ley, el fisioterapeuta debería ser una figura más en la educación escolar y secundaria, donde cerca de 24.000 estudiantes necesitan apoyo, más de 660 por una discapacidad motora y más de 3.400 por una discapacidad intelectual. El Colegio de Fisioterapeutas (COFICAM) denuncia la incertidumbre que se vive cada curso.

    Imagen de archivo.

    Cada mes de septiembre, la misma incertidumbre

    El Decreto 85/2018, de 20 de noviembre, regula la inclusión educativa del alumnado en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. También articula que dentro de los profesionales que pueden trabajar para dicha inclusión educativa en los centros escolares se encuentra el fisioterapeuta en educación, el cual, a través de las competencias que la Orden CIN/2135/2008, de 3 de julio, permite mejorar el estado funcional de los alumnos con necesidades educativas especiales asociadas a discapacidad física.

    Sin embargo, la pregunta que surge de manera periódica durante el mes de septiembre de cada año en todos los centros educativos y en muchas familias es, ¿dónde está el fisioterapeuta en educación? Esta situación se está convirtiendo en el “día de la marmota” tanto para las familias, el personal de los centros educativos y los fisioterapeutas en cuestión.

    Llegan tarde e itineran en más de diez centros

    Los fisioterapeutas en educación los selecciona la Consejería con el curso ya empezado, por lo que no pueden participar de todas las decisiones que se toman en los centros, previas al inicio de las clases, y que afectan al alumnado con necesidades educativas especiales. Estos profesionales itineran por distintos centros educativos, normalmente más de diez, recorriendo cientos de kilómetros semanales. Algunos fisioterapeutas llegan a hacer 600 kilómetros a la semana, haciendo uso de sus propios vehículos y recibiendo una compensación económica que, debido a la subida del precio de los combustibles, es insuficiente.

    Cada verano llega el despido

    Atienden a un volumen ingente de alumnos (normalmente más de veinte) y a sus correspondientes equipos de orientación, docentes y familias. El despido en verano, al finalizar el curso. Así, tienen que enfrentarse cada año a un nuevo proceso selectivo para mantenerse en bolsa y que les llamen. Eso sí, cada curso en distinto orden, asumiendo cada vez una zona diferente con alumnos que no conocen. Es decir, empezando cada vez de cero.

    Las víctimas finales: los niños

    Estos programas de contratación temporal, tal y como denuncia el Colegio de Fisioterapeutas, impiden avanzar en la formación y especialización que requiere un ámbito de intervención tan específico como el educativo. Todo esto, además de afectar a los propios profesionales, tiene como víctima final a otro colectivo y es el de los niños con necesidades educativas especiales asociadas a discapacidad física, quienes no puede acceder al aprendizaje que se les debiera de dar por derecho; además de recibir una intervención mermada en cuanto a calidad y en cuanto a tiempo.

    Las soluciones a dicho problema se han ido exponiendo sobre la mesa de las administraciones competentes, de manera reiterada por distintas instituciones como COFICAM y, distintas representaciones sindicales; pero la respuesta está siendo más lenta de lo deseada.

    45 fisioterapeutas en Educación para más de 600 escolares

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