• Homenaje al celador Juan Antonio Valera, alma de Urgencias

    Familiares, compañeros y amigos rinden homenaje, con su testimonio, al celador Juan Antonio Valera, que se enfrentó al COVID en las Urgencias del Hospital General Universitario de Albacete mientras libraba su propia batalla contra el cáncer. El 24 de septiembre fallecía de la enfermedad a la que no dio tregua. Trabajó mientras recibía los tratamientos, sin darse un respiro como paciente.

    Juan Antonio Valera

    “A pesar de su enfermedad no quiso parar en su trabajo durante el COVID”

    Qué se puede decir de Juan Antonio: es, ha sido y será el alma de la urgencia del hospital, aunque no esté, está. Su esencia quedará para siempre, gruñón por fuera, todo corazón por dentro. Si por la puerta de urgencias pasaba su peor enemigo, él se desvivía por ayudarle. Se notará su falta por cada pared de este hospital, desde el sótano a la sexta planta. Compañero, amigo, padre y persona ejemplar, dejará huella, echaremos de menos su “Mamiiiiii” siempre en la boca. A pesar de su enfermedad no quiso parar en su trabajo durante el COVID, sabiendo a lo que se exponía.
    No podríamos decir de él todo lo que se merece.

    Luci Martínez, exceladora


    Con un corazón que no le cabía en el pecho”

    Qué se puede decir de Juan Antonio Valera, que no tendremos otro celador de urgencias como él. Gruñón, cascarrabias, pero con un corazón que no le cabía en el pecho, dispuesto las 24 horas para desempeñar su labor, y que nos ha dejado un hueco irremplazable.

    Joaquin Ugarte, seguridad del hospital


    El guerrero que convirtió su trabajo en un arte”

    Existen personas con un gran poder energetizante… y ese es Juan Antonio. El guerrero que convirtió su trabajo en un arte, en excelencia, y que con su presencia nos regalaba la seguridad de que todo estaba bien.

    Sólo nos queda darte las gracias por tu gran corazón, tu carácter entrañable y por tu extraordinaria capacidad de esfuerzo y lucha hasta el final de tu viaje. Nunca te olvidaremos.

    M. Candelaria Ayuso Raya, médico de Urgencias


    “Valiente”

    Cuando pienso en rendirme, recuerdo lo valiente que fuiste antes de irte al cielo.

    Sara, enfermera de Urgencias


    El Culebrilla ya no tiene que pasar miedo”

    El dia 24 se septiembre de este año murió Juan Antonio Valera, El Culebrilla, celador del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete (CHUA) y no solo compañero, sino amigo. Si algo caracterizaba a Juan Antonio como persona era el ruido que hacía al entrar en escena y sobre todo estar el primero para lo que se ofreciese. Cierto que tenía probablemente más defectos que virtudes, pero enmascaraba ambos con su vozarrón y su prestancia a todo, aunque no tuviera ni idea de cómo acometer la tarea para la que se ofrecía.

    Muchos lo hubiesen tachado de busca broncas a Juan Antonio por esa forma de ser, pero era la parte inicial de su tarjeta de presentación de la que nunca quiso ni pudo desprenderse. Si alguno aguantó esa entrada y el eterno enfado que parecía mostrar acababa encontrando a un hombre sencillo que sólo quería estar y que estuvieran con él.

    Juan Antonio se hacía notar, sí, pero por el solo motivo de que para él, que lo notaran y que supieran los demás que estaba ahí era sinónimo de estar vivo y de no ser un número negativo o en rojo.

    Nunca dejó a nadie con miedo atrás

    Tenía un único motor y era el miedo. Miedo a que no supieran que estaba, miedo a que les faltara algo a sus hijas, miedo a no cumplir en el trabajo, miedo a no poder pagar una deuda, miedo a no poder superar una enfermedad que llevaba encima, miedo a no saber morir, miedo a no compartir el miedo de sus amigos y familia. En esto último era particularmente bueno. En ayudar a compartir el miedo de los demás y permitir llevar su carga. Lo hacia en la medida de sus posibilidades y conocimientos y nunca dejó a nadie con miedo atrás.

    Los que lo echamos en falta no es solo por todo eso que suele decirse de los amigos que mueren, sino porque de repente notamos más miedo, que es el que cargaba Juan Antonio por nosotros. No puedo decir nada que consuele de una pérdida de un ser querido, pero al menos El Culebrilla ya no tiene que pasar miedo. Y no hay nadie imprescindible, pero era insustituible. La falta de un recambio adecuado se hace notar.

    Pedro Liria, cirujano plástico


    “Nos has dejado una herencia de valor incalculable”

    Inquieto, aventurero y siempre para todo el mundo. Has dejado huella. No te imaginas cuánta. Nos has dejado momentos increíbles, un amor inmenso. Hemos sido tu prioridad. Echaremos de menos cómo refunfuñabas. Y es que hasta para eso tenías gracia. Tus arranques a cantar en cualquier momento…

    Gracias a todos y cada uno de los que habéis formado parte de su vida.

    Nunca te rendiste: no mostraste debilidad ni dejaste ver cómo esa enfermedad hacía mella en ti. Tanto es así que nos pilló por sorpresa tu partida.

    Amigo de tus amigos, trabajador incansable, nos has enseñado a disfrutar de la vida, aunque esta te golpee una y otra vez. Nos has dado una lección de valentía. Nos has dejado una herencia de valor incalculable.

    Mari Luz y Verónica Valera


    Lo has hecho a tu manera, a lo grande”

    El ruido te ha acompañado siempre amigo… el rugir de las motos, el rugir de tu voz inconfundible, el mismo ruido que has dejado en nuestros corazones al irte así, a tu manera, a tu estilo…dejándonos con la palabra en la boca y sin poder reprocharte nada, porque lo has hecho a tu manera, a lo grande, como tú eras, eres y serás siempre en mi recuerdo.

    Amigo incondicional, trabajador incansable y amante de la vida.

    Laura Sáez, técnico de Rayos


    Te has dejado la piel”

    Sé que allí donde estás todos te quieren, como te queremos aquí. No sé si cuando llegaste lo hiciste regruñendo, pero si así fue, ya se habrán dado cuenta de que sólo es una cortina de humo que esconde a una persona maravillosa.

    Una persona a la que muchos vamos a extrañar, sobre todo tu familia, pero también los que tuvimos la suerte de conocerte y ser tus amigos. En mi caso, sólo tengo palabras de agradecimiento, estuviste conmigo en los peores momentos y nunca lo olvidaré. Seguro que también habremos discutido alguna vez… pero no lo recuerdo.

    A veces te busco por los pasillos del hospital, tu segunda casa, donde te has dejado la piel trabajando como una mula por los demás. Así eres tú. Te busco en la calle y en la cara de los compañeros… pero no te encuentro. Sólo hay un lugar en el que no tengo que buscarte, porque siempre estarás: en mi corazón.

    Carmen Sotos, técnico auxuliar de enfermería


    “Me has enseñado que la enfermedad y las ganas de vivir pueden ir de la mano”

    Qué difícil es Juan Antonio plasmar en pocas palabras todo lo que siento. Me has enseñado que la enfermedad y las ganas de vivir pueden ir de la mano. Amigo incondicional, padre ejemplar. Has dejado un hueco difícil de rellenar.

    Sebas Torres, celador


    “Aunque no te viera, tu voz resonaba por el hospital”

    Seguro que allá donde estés, envuelto en tu campo de amapolas y libre, libre como siempre tarareabas, estás en paz y tranquilo. Pero no te imaginas el vacío que has dejado en nuestros corazones.

    Se te oía venir por los pasillos. Siempre sabía cuando estabas. Aunque no te viera, tu voz resonaba por el hospital. Ese tono de voz era inconfundible y ahora, cuando entro al hospital, estoy esperando oírla, porque, para mí, no te has ido, sigues en mi corazón y así será siempre.

    Trabajador incansable, amigo de tus amigos, padre ejemplar y buena persona.

    Luisa Martínez, técnico de rayos


    “Siempre que lo he necesitado, ahí estaba”

    Para mí era uno de los mejores amigos que he tenido dentro y fuera del hospital. Siempre que lo he necesitado, ahí estaba. Sé que es fácil hablar bien de las personas cuando han desaparecido, pero en mi caso es cierto, para mí era muy buena persona a pesar de su genio, pero de eso que hablen otros, porque conmigo nunca lo sacó.

    Juana Molina, celadora


    Ha dejado un gran vacío”

    Bueno, qué decir de Juan Antonio, que aún no me hago a la idea. Ha dejado un gran vacío. Parece que lo vas a ver sentado en los sillones en los cambios de turno, con su móvil. Una gran pérdida. Sé feliz donde estés.

    Mari Carmen Roldán, celadora


    “Dejas dos hijas maravillosas”

    Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma. Todavía no me lo creo. Aún hacías mucha falta Valera, dejas el listón muy alto, pero también dejas dos hijas maravillosas y unos sobrinos que te adoraban y te querían con toda su alma y que con mucho orgullo y honrando tu memoria seguirán tu legado y te llevarán por siempre en lo más profundo de su corazón.

    Ana Navarro Valera

    6 comentarios

    1. Majo. Técnico de Rayos

      El otro día habrías abierto todas las puertas por mí. Aún sin pedírtelo, no lo necesitabamos. No necesitabas pedierme nada, yo lo hacía por ti. No necesitaba pedirte nada, porque tú eras un hombre de acción, y me empujabas a ser todo lo que mi pudor o timidez me impedía. Ponías esa cara de “salvapatrias” y te molestaba que te lo dijera. Pero en realidad he visto que era cara de superhéroe. Para mí lo eres. Pusiste esa cara cuando me llevaste de paseo el día de mi parto, pusiste esa cara cuando descubrimos que mi padre estaba enfermo, y abrías las puertas de par en par, para que le viesen pronto. Incluso sin estar yo, cuando sabías que estaba por allí acudías a ayudarle, y le hablabas a mi madre de “Mi Majo”. Yo también te quiero Juanan.
      No te daré la razón en lo de que eres el más normal de los de tu turno, porque para mí, eres extraordinario.
      Intentaré recordar lo que nos reíamos juntos… que eso también ha ocurrido.

    2. Paqui villar.auxiliar de clínica de rx

      Juanan allí donde estés se que serás auténtico como lo eras.cascarrin y gruñón,pero con un corazonadaco que pa que….con quien me voy a meter a ahora cuando quiera gastar una broma. Con el miedo que me daba ir a urgencias y decía que no me tocara el chuliiii como te llamaba yo…pero un chuliiii que me demostró que ojalá las personas tuvieran tu corazón.

    3. Hay mi juanan lo importante que eras para mí y para todos nosotros… Tan fuerte que parecías una piedra pero te desvivias por cada uno de los tuyos… Te echamos mucho de menos y nunca te vamos a olvidar… Te fuiste a lo grande como tu eras pero y cuanto te extrañamos… Tu hermana nunca te va a olvidar ni ninguno de nosotros… Te queremos
      Blasa valera, Juanjo y tus sobrinos isa Ana y jj

    4. El alma de la familia y apoyo incansable en todas nuestras decisiones y puestas en marcha. Figura irreemplazable y que siempre está presente. Me apoyo en mi viaje hacia mi independencia personal y laboral. Esos valores estarán presentes siempre en mi persona y todo lo que viene lo haremos juntos, sé que me ayudarás desde el cielo. Te quiero mi Juanan.

    5. Antonio José Sáez Sánchez

      Buen compañero y siempre dispuesto y colaborador con el personal de mantenimiento

    6. Un beso y un fuerte abrazo. D.E.P

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