Las propiedades ‘espaciales’ del romero

Rosmarinus officinalis, el conservador del Jardín Botánico habla de las propiedades del romero, frecuente en nuestros montes

Hace poco, viendo una superproducción americana de estas con naves espaciales, explosiones y demás perejiles, me sorprendió ver haciendo un cameo a una de nuestras plantas mediterráneas más conocidas, el humilde Romero. En la película, le atribuían a su aroma cualidades contra la pérdida de memoria a corto plazo. Me resultó curioso porque la citaron con su nombre científico Rosmarinus officinalis lo que no suele ser habitual en el cine y mucho menos en el género de ciencia ficción.

En las boticas del Renacimiento se le atribuían cualidades admirables

El nombre del género Rosmarinus es el que ya le daban los romanos a esta planta, que, según algunos autores, viene a significar algo así como rocío del mar debido a qué es particularmente abundante sobre terrenos calizos vecinos a la costa, aunque bien pudiera llegar a los 1500 m de altitud. A pesar de lo romántico de esta explicación, otras fuentes indican que el nombre de Rosmarino usado por los romanos no es más que una transliteración del griego rhops myrinos qué significa arbusto aromático. Sea como fuere, es innegable lo vetusto de su nombre y sus más de 2000 años de antigüedad, aunque parece que nuevas tendencias botánicas quieren incluirlo junto con las salvias, pero esto es otra historia.

Su epíteto específico, es decir el adjetivo que acompaña al Rosmarinus, no es más que la confirmación del uso medicinal de esta planta, pues officinalis significa que se vendía en oficinas de farmacia. De hecho, en las boticas del Renacimiento se le atribuían cualidades admirables pues según decía Andrés Laguna, y cito textualmente: “su ahumerio sirve a la tose, al catarro y al romadizo; preserva la casa del aire corrupto y de la pestilencia y hace huir a las serpientes de ella”.

“De las virtudes del romero se puede escribir un libro entero”

Como dice el refrán: “De las virtudes del romero se puede escribir un libro entero”, y aunque no tengo muy clara su capacidad como ahuyentador de serpientes, sí que es posible usar los vapores de su cocimiento como broncodilatadores para calmar la tos y actualmente es dispensado en farmacia cómo rubefaciente de uso tópico para dolor articular y muscular. Uso en solución alcohólica que ya describe Arnau de Vilanova en 1300 y que en el siglo XVII se vendía con el rimbombante nombre de Agua de la Reina de Hungría. En fin, para que veamos que esto del marketing no es una idea nueva.

“Conforta el cerebro, aviva el entendimiento, despierta el sentido y restituye la memoria perdida”

Ha sido revisando documentación sobre el romero cuando me he topado con artículos de científicos de 2017 y posteriores que muestran la efectividad del aroma de los aceites esenciales del romero en la recuperación de la memoria a corto plazo. Y este era, ni más ni menos, el argumento defendido en la “peli” de explosiones, naves espaciales y demás. Pero para mayor sorpresa todavía, me he encontrado con que en los comentarios al Dioscorides del propio Laguna en 1555 ya nos dice que “conforta el cerebro, aviva el entendimiento, despierta el sentido y restituye la memoria perdida”. Con lo que, sorprendentemente, queda enlazada la difícil relación entre los descubrimientos científicos más recientes, las películas de naves espaciales y los sabios consejos de los médicos de finales de la Edad Media.

▶️Aquí puede consultar otros artículos del conservador del Jardín Botánico de Castilla-La Mancha