• Si juntas niño, deporte y dolor de talón, tienes ‘Sever’

    El Autor

    Álvaro Gallardo González

    Podólogo, ganador de la tercera edición de ‘Cuéntame tu TFG’

    ¿Se conocen todos los métodos diagnósticos y tratamientos de esta patología?

    Sever bien podría ser el nombre del profesor de gimnasia de tu hijo, pero no lo es. Sever es el nombre con el que se conoce a la enfermedad que de forma frecuente puede afectar a los talones de los niños entre los 7 y los 14 años. Es más frecuente en niños que son muy activos y desarrollan actividades de alto impacto sobre el pie, como pueden ser el fútbol, fútbol sala, atletismo o baloncesto entre otras, sobre todo si el entrenador no les invita a estirar y relajar los gemelos después de los entrenamientos y partidos.

    Sever bien podría ser el nombre del profesor de gimnasia de tu hijo, pero no lo es. Sever es el nombre con el que se conoce a una enfermedad.

    ¿Cómo surge la enfermedad de Sever?

    Consiste en un dolor anormal, en especial después de la práctica deportiva, que se localiza en la parte postero – inferior del talón y puede afectar a otras partes del pie y el tobillo, como el tendón de Aquiles. Es una enfermedad de las conocidas como dolores del crecimiento. Y es que el hueso del talón es de los últimos en consolidar en el pie, y si cuando está a punto de hacerlo, el tendón de Aquiles tira del hueso con fuerza, da lugar a la aparición del problema.

    Como la enfermedad de Sever es frecuente, afecta a los niños y esto siempre nos genera inquietud, hemos querido revisar y clarificar cual es el mejor diagnóstico posible y que tratamientos son los más efectivos para solucionar el problema rápido y fácilmente. Para ello damos respuesta a dos preguntas sencillas.

    ¿Es necesaria una radiografía?

    ¿Es necesaria una radiografía para la enfermedad de Sever? Rotundamente no. No queremos radiar innecesariamente a los niños. Muchas veces se realizan estudios radiográficos para lesiones que no lo requieren, ya que hacerlo no supone una ventaja para el diagnóstico. El Sever puede diagnosticarse con una sencilla prueba clínica, llamada “squeeze test”. Consiste en hacer compresión con la palma de la mano sobre la parte postero – inferior del talón y ver si a nuestro niño le duele. Básicamente como si el talón fuera un limón y lo exprimiéramos.

    ¿Reposo?

    ¿Con reposo únicamente se soluciona esta lesión? Otra pregunta muy repetida, y que viene a ser un mito sobre la enfermedad de Sever. Existen varias opciones interesantes. La primera es cesar o reducir el deporte durante un tiempo para aliviar la tensión e impacto en la zona afectada, pero, además tiene que ir acompañado de un tratamiento ortopédico, como una talonera que eleve el talón y amortigüe la zona, o realizar unas plantillas, que además de lo anterior, den apoyo y sostén al arco del pie. Otra opción menos frecuente pero valida es que un fisioterapeuta trate el problema con estiramientos y movilización de la zona afectada e incluso realizando vendajes.

    Si pasados unos meses con el tratamiento adecuado la cosa no mejora, se puede hacer una radiografía como primera opción para salir de dudas o valorar alguna complicación podológica diferente.

    Por lo tanto, si a tu niño o niña de entre 7 y 14 años le duelen los talones después de hacer deporte, acude a tu podólogo o pediatra. Diagnosticarlo es fácil y tratarlo también. ¡Que nada le pare!

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