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Castilla-La Mancha quiere proteger a neonatos y lactantes del virus respiratorio sincitial (VRS) con una vacuna para evitar complicaciones como la bronquiolitis que ha comenzado a administrarse este 1 de octubre con una respuesta positiva por parte de las familias. Así, el Consejo de Gobierno autorizaba en agosto la contratación del suministro del anticuerpo monoclonal para la temporada 2023-2024, por un importe de 3.260.400 euros.
La vacuna frente al VRS se administrará a bebés de 0 a 6 meses
La directora de Enfermería y Continuidad Asistencial, Begoña Fernández, ha indicado que se está realizando un gran esfuerzo para poner en marcha esta campaña y ha agradecido a los profesionales de Atención Primaria el trabajo que desarrollan y también al personal de Enfermería, que son los que lideran este tipo de campañas.
Y es que VRS es un virus respiratorio común que generalmente causa síntomas leves similares a los del resfriado. La Sociedad Española de Pediatría recuerda que la mayoría de las personas se recuperan en una o dos semanas, pero el VSR puede ser grave en los lactantes provocando bronquiolitis y neumonía.
El VRS es la principal causa de infecciones en las vías respiratorias inferiores en la población infantil menor de un año, especialmente las relacionadas con bronquiolitis y neumonía, así como en la población adulta mayor de 65 años y en personas con condiciones de riesgo.
Por ello, desde el Gobierno regional insistían este verano en que “la prioridad es la prevención de la enfermedad, para cuidar de la salud de todos los ciudadanos y ciudadanas”, así como para reducir la importante sobrecarga asistencial que ocurre todos los inviernos en los servicios de Atención Primaria y en los hospitales”.
Beyfortus
El 31 de octubre de 2022, la Comisión Europea autorizó Beyfortus, para la prevención de la enfermedad de las vías respiratorias inferiores producida por VRS en neonatos y lactantes durante su primera temporada de exposición al virus.
Según la Asociación Española de Vacunología, este anticuerpo de duración prolongada se administra como dosis única en los lactantes para protegerlos frente a las infecciones del tracto respiratorio inferior.
Y es que, en adultos y niños mayores, la infección por virus respiratorio sincitial puede ser asintomática o manifestarse como una sinusitis o un resfriado común. En los bebés, además, puede darse irritabilidad, dificultad para respirar y menor actividad.
