Castilla-La Mancha también protegerá a los lactantes frente al virus sincitial
La consejera Portavoz Esther Padilla ha señalado este miércoles que el Consejo de Gobierno ha autorizado la adquisición de 600.000 dosis de vacunas frente a la gripe estacional para la campaña del 2023-2024 en Castilla-La Mancha, que comenzará en octubre. Para ello, se van a destinar más de siete millones de euros.
Además de invertir como todos los años en la vacuna de la gripe, Castilla-La Mancha contratará “el suministro del anticuerpo monoclonal frente al virus respiratorio sincitial, principal causante de la bronquiolitis y la neumonía en los menores”, tal y como ha detallado Padilla.
Según la Asociación Española de Vacunología, este anticuerpo de duración prolongada se administra como dosis única en los lactantes para protegerlos frente a las infecciones del tracto respiratorio inferior.
En relación con la vacunación de la gripe en octubre en Castilla-La Mancha, la consejera ha expresado que se dirigen fundamentalmente a proteger a las personas que tienen un mayor riesgo de presentar complicaciones en caso de padecer la gripe (mayores de 60 años, mayores institucionalizados en centros sociosanitarios o enfermos con patologías crónicas) y a las que pueden transmitir la enfermedad a otras que tienen un alto riesgo de complicaciones.
A los niños se les vacunará de la gripe con dosis intranasales
Si bien ha añadido que este año, como novedad, se vacunará a la población infantil desde los seis meses hasta los cinco años, “en una nueva cobertura que tendrá lugar en toda España y por supuesto en Castilla-La Mancha”.
Además, también ha recomendado vacunar a las personas que, por su ocupación, proporcionan servicios esenciales en la comunidad y a aquellos trabajadores expuestos a virus aviares o porcinos.
En este sentido, cabe destacar que la pandemia de SARS-CoV-2 puso de manifiesto los riesgos asociados a los virus que circulan en reservorios animales. Así, el Servicio de Salud (Sescam) recuerda que la presencia de virus gripales en aves y cerdos es una señal del riesgo de nuevas pandemias por el impacto de la actividad gripal zoonótica.