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Cada año más de 500 personas se ven afectadas por intoxicaciones alimentarias en Castilla-La Mancha, tal y como recuerdan los veterinarios, que dan las claves para prevenirlas desde los hogares. Así, la salmonela, por ejemplo, se evita con una correcta manipulación de alimentos como los huevos.
Cada año una media de 500 personas se enfrenta a intoxicaciones alimentarias en Castilla-La Mancha
El Colegio de Veterinarios de Toledo recuerda que, con el incremento de las altas temperaturas propio del verano, también llega el momento de extremar las precauciones en el control de los productos que consumimos, ya que el calor propicia el incremento de intoxicaciones alimentarias, según explica el presidente del Colegio de Veterinarios de Toledo, Juan Julián García Gómez.
En los meses estivales se produce un incremento en las intoxicaciones alimentarias puesto que “existe un mayor riesgo debido a que las altas temperaturas favorecen en desarrollo de microorganismos, pudiendo alcanzar dosis infectantes”.
García Gómez explica que los veterinarios aseguran la inocuidad alimentaria gracias a la de supervisión de los productos en la recepción y almacenamiento; a la evaluación del envasado y etiquetado; a la recopilación y envío de muestras al laboratorio para su análisis; a la identificación de condiciones insalubres en las instalaciones por las que pasan los productos; o a la realización de inspecciones en los establecimientos de comercialización de los alimentos, entre otras labores.
Con todas estas medidas de control, “los veterinarios evitamos que bacterias, como la Salmonella o Campylobacter, así como parásitos o virus, puedan transmitirse a los consumidores y provocar enfermedades de origen alimentario”.
Frente a la salmonela, sentido común
- ¿Qué debe hacer el consumidor? Si hubiese salmonela en un huevo, estaría en la cáscara, de ahí la importancia de manipularla evitando la contaminación cruzada.
- Raúl Sánchez Guerra, veterinario especialista en seguridad alimentaria, recomienda tener los huevos siempre en el frigorífico y tratar de que la cáscara no entre en contacto con nada.
- También se pueden lavar los huevos, poniéndolos debajo del grifo antes de manipularlos, pero justo antes, ya que si se lavaran y se guardaran perderían la capa de cera que impide que la salmonela u otros patógenos penetren en el interior.
- Lavarse las manos antes y después de manipular los huevos también es fundamental.
- Presente en los animales, fundamentalmente en las aves y en productos derivados como el huevo, la salmonela es una bacteria que provoca salmonelosis, una intoxicación alimentaria que causa náuseas, vómitos, fiebre, diarrea y dolor de cabeza.
Concienciación
Sin embargo, apunta, “el peligro no acaba con ese control previo”, por lo que los veterinarios también en la concienciación a la sociedad sobre la importancia de seguir tratando los productos de una forma adecuada hasta su consumo.
Cada año, recuerda García Gómez, se producen en España más de 400 intoxicaciones alimentarias, que en el caso de Castilla-La Mancha afectan anualmente a más de 500 personas de media. Son casos que se podrían evitar, alrededor del 50%, con una correcta manipulación y conservación de los alimentos en los hogares.
No obstante, cabe recordar que España cuenta con uno de los mejores sistemas de seguridad alimentaria del mundo, regulado por la Unión Europea, lo que garantiza la protección de consumidor, por lo que los brotes de intoxicación graves se dan en casos excepcionales, concluye el presidente de los veterinarios de Toledo.
