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La X Edición de las Rutas de Senderismo de la Diputación Provincial de Albacete nos lleva hasta Yeste, a la “Microreserva Ardal y Tinjarra”, con una dificultad técnica media, un recorrido circular de 15,5 kilómetros de distancia y cinco horas de duración. Partimos desde el Centro de Interpretación de los Calares del Mundo y de la Sima, situado en el municipio. Ahí daría la bienvenida la concejal de Yeste, Beatriz Lozano Micó, junto a los guías.
📷 Fotografías: Luis Sánchez Vizcaíno
Con vistas al Mentiras
Primero comenzaron ya a subir, por una senda con unas preciosas vistas del pueblo y al fondo el monte de Tinjarra con el valle del Segura, Los Morales y Sierra de Lagos. No pararían de ascender, ya por pista forestal, teniendo como referencia los peñascos donde se encuentra una caseta enclavada en una gran roca, y totalmente de piedra. Se trata de un lugar conocido como El Refugio, con unas impresionantes vistas de todo el valle del Segura. Antes pasaron por el merendero del monte Ardal.
Desde el refugio cogerían una senda que les conduciría hasta la del monte Ardal, a 1.444 metros de altura; y donde se encuentran unos repetidores y un punto geodésico, con unas preciosas vistas de Tinjarra con el valle del Segura y del Parque Natural de los Calares del Río Mundo y de la Sima, presidido por el pico Mentiras, con sus 1.898 metros de altura. También a lo lejos pudieron ver el pico de la Sagra, ya en tierras andaluzas.
Una ruta llena de anécdotas
Ya de bajada pudieron ver un pino singular salvado de la tala por un forestal, después del incendio del 94, ya que su estado no era muy bueno entonces, con el mimo de la gente del pueblo y de los forestales consiguieron recuperarlo hasta nuestros días, se trata del llamado “Pino Candelabro”.
Dejaron la pista asfaltada por donde iban, para coger a la izquierda otra pista forestal, ya de tierra, hasta encontrar una senda que les llevaría por Collado de Bochorna, pasaron junto a la vía Ferrata de Yeste, una fantástica vía con unas impresionantes vistas.
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Tomarían aquí la pista de tierra hasta llegar a un cruce de caminos, dejarían la pista para girar a la izquierda por una senda, dirección al valle de Segura. Así continuaron, entre sendas y pistas con el río Segura de fondo y a su izquierda en lo alto el imponente monte Ardal que anteriormente visitaron.
Continuaron descendiendo hasta llegar al recinto de Llano Majano, lugar donde se encierra el ganado para las fiestas de Yeste. Después, cogieron una pista forestal, la misma que utilizan para llevar los toros en las fiestas, se desviarían a la derecha, por otra pista para visitar una antigua caseta de vigilancia forestal en el paraje de la Fuensanta, que les ofrecía unas fantásticas vistas panorámicas de Yeste y del valle del río Segura.
Un castillo, imponente
Descendieron un poco el camino andado por la senda, para enlazar con la pista que viene del recinto de Llano Majano y que anteriormente dejaron. Ya de regreso, con subidas y bajadas entraron al pueblo por las instalaciones deportivas, hasta adentrarse por las calles de Yeste pasando primero por la ermita de Santiago (s.XV), luego la Plaza del Convento hasta llegar al imponente castillo (de origen musulmán s.XI), situado en el centro de la población, y que se puede observar desde cualquier punto del pueblo. Es una antigua fortaleza del siglo XIII, en cuyo interior se encuentra el Centro de Interpretación Medieval “Vivir en la Frontera” y está compuesto por cinco salas.
Preciosas y exigentes rutas, en la Sierra de Alcaraz y Campo de Montiel y la Sierra del Segura, que hizo disfrutar a los cien participantes de esta actividad, de las maravillas de entornos naturales que esconden nuestros municipios.
