Capaz de llevarte a la conclusión de que el cáncer se cura comiendo zanahorias, el Dr Google “es el médico con más pacientes”, al que todo enfermo recurre antes y después del diagnóstico ‘real’, una situación a la que se enfrenta el personal sanitario a diario en sus consultas. Ante esta tesitura, expertos en tecnologías de la información, como el Dr Ricardo Reolid, abogan por formar a los pacientes para que sepan dónde está la información veraz sobre su patología.
- Claves:
- Mire si el medio o la página que consulta tiene un sello que acredite que es de interés sanitario, como ocurre en el caso de Diario Sanitario, que cuenta con el aval WIS.
- Compruebe si la fuente es una institución, como una Consejería de Sanidad, una sociedad científica, como las de Endocrinología, Hematología, Neurología o Cardiología, o una organización de pacientes acreditada.
- Y ante cualquier duda, consulte siempre con su médico o farmacéutico.
Reolid explica los riesgos y ventajas del Dr Google
El Dr Google puede llevar al paciente hasta la Escuela de Pacientes de la Junta de Andalucía o a la página web del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, ambas con información fiable tanto para los enfermos como para el personal sanitario. Sin embargo, este buscador también puede redirigirlo a un sinfín de conjeturas erróneas capaces de poner en peligro su salud, de ahí la importancia de saber dónde y cómo buscar. Por ejemplo, el Dr Ricardo Reolid ha apostado por los Pacientes 3.0, un proyecto para formar a enfermos crónicos de tal manera que Internet sea su aliado y no su condena.
Y es que, si bien todo avance entraña riesgos, el Dr Reolid considera que médicos y pacientes se pueden beneficiar de que el 95% de los hogares tengan acceso a Internet. No es cuestión de llegar al extremo de Portugal, donde una empresa de reparto ofrece médicos a domicilio por un módico precio, pero la sanidad actual puede ganar tiempo y ahorrar dinero con la telemedicina o las aplicaciones de los móviles.
En un mundo ‘hiper’ conectado, una influencer puede dar lugar a que se agote un fármaco dejando sin medicación a quien realmente la necesite, pero también se puede hacer un electro con un reloj de pulsera o monitorizar a un diabético o a un hipertenso a distancia. Un radiólogo, a kilómetros de distancia, puede informar una imagen o un dermatólogo diagnosticar con una fotografía.
El Dr Ricardo Reolid, en una charla organizada por el enfermero Virgilio Cencerrado para formar a sus vecinos, encontraba esta semana en el Barrio albaceteño de San Antón, el auditorio perfecto para formar sobre las bondades y peligros de las nuevas tecnologías.
No todo es malo en Internet
Alabó, por ejemplo, el paritour del Hospital de Hellín, que permite a las futuras madres visualizar todo el proceso que van a seguir desde que entren al centro para dar a luz, o las gafas de realidad virtual que ya se utilizan para vacunar o coger vías a los niños en centros sanitarios de todo el mundo. También insistió el Dr Reolid en la importancia de dudar de los productos o soluciones ‘milagro’. Así, en un mundo en el que el consejo de una vecina salta continentes, el mensaje no es otro que contrastar para no dejarse arrastrar por los bulos.