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¿Puede el Servicio de Neurología de Albacete estar 22 días sin resonancia? “Nos enfrentamos a una discordancia constante entre unos profesionales de primer nivel y unos medios obsoletos”. Lo decía el 9 de junio de 2022 el jefe de Neurología del Hospital General Universitario de Albacete, Tomás Segura, conocido a nivel internacional por sus investigaciones, pero lo que no no se podía ni imaginar era que la situación se repetiría una y otra vez, como ha ocurrido esta semana.
La única resonancia con la que cuenta Albacete capital en la sanidad pública está dando fallos toda esta semana, con las consecuencias que tiene para los enfermos y los profesionales. Esta semana se han tenido que derivar pacientes a los hospitales de Almansa, Villarrobledo y Hellín, así como a la sanidad privada, pero hay enfermos que no pueden afrontar un traslado.
“Hemos dado un salto tremendo en materia tecnológica”
Precisamente, esta situación, que se repite desde hace años, se da el día que el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha puesto de relieve que con la nueva resonancia en el Hospital de Manzanares (Ciudad Real) “en todos los hospitales de Castilla-La Mancha hay resonancia, algo que no lo pueden decir en muchas redes sanitarias del país, que hemos dado un salto tremendo en materia tecnológica y que la decisión supone evitar más de 4.000 desplazamientos para estas pruebas”.
La hemeroteca es testigo de los problemas que arrastra Albacete capital y por ende el Hospital General Universitario con las continuas averías de la resonancia.
La llegada de la resonancia magnética a la sanidad pública albaceteña supuso un hito en 2002, hace más de dos décadas. El Hospital informó entonces de que para su instalación se tuvieron que llevar a cabo obras de adecuación de espacios en el Servicio de Rayos X, “para dar cabida a la nueva tecnología formada por aparataje de última generación con un instrumental de elevada precisión en los diagnósticos”. El montaje de los mismos corrió a cargo de técnicos italianos, que se encargaron de realizar los ajustes de equipamiento y pruebas.
Dos décadas después
Veinte años después, se llegó a invertir medio millón de euros en una puesta a punto de la resonancia, lo que ha permitido que funcione mañana, tarde y noche, pero sigue dando fallos sin que se dé una solución más allá del traslado de los pacientes a Quirónsalud, a Mansilla o a los hospitales comarcales. Sin embargo, hay pacientes que no están en situación de un traslado.
Los profesionales piden una vez más que se invierta en tecnología, personal y medios para una sanidad albaceteña que ha pedido ayuda en numerosas ocasiones, desde Urgencias hasta Atención Primaria y Hospitalaria.
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