• Enfermeras advierten del móvil y el sueño adolescente

    El abuso de las nuevas tecnologías, y en especial del móvil, tiene un efecto nocivo en la calidad del sueño adolescente, sobre todo cuando se consulta en la cama y con las luces apagadas. Así se desprende de un estudio llevado a cabo por las enfermeras del Servicio de Neumología del Complejo Hospitalario Mancha Centro de Alcázar de San Juan. Para llegar a esta conclusión, han recogido 244 encuestas de alumnos de instituto.

    El uso del móvil, acostado y sin luz, duplica el riesgo de alteraciones en el sueño adolescente

    El estudio de las enfermeras Núñez Lara, Almodóvar Fuentes y Castellanos Otero, que se ha publicado en la revista SOCAMPAR, advierte de que más de un tercio de los adolescentes presenta alteraciones del sueño. Consideran que el abuso del móvil, máxime cuando ya se ha acostado, y sin luz, duplica el riesgo de alteraciones en el sueño adolescente.

    Las enfermeras del Servicio de Neumología del Complejo Hospitalario Mancha Centro de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) han recurrido a una muestra de 244 adolescentes, alumnos de instituto, para determinar la prevalencia de alteraciones del sueño entre estos estudiantes, así como identificar los posibles factores relacionados con las nuevas tecnologías que se asocian a la calidad del sueño.

    En este contexto, las enfermeras han visto que el 80,8% de los encuestados consultan el móvil antes de acostarse, observándose un uso mayor en mujeres que en hombres. De hecho, ellas también lo ven en mayor proporción a oscuras y acostadas, lo que tiene un efecto negativo en la calidad del sueño.

    Pero estas profesionales del Servicio de Neumología van más allá y añaden que el móvil da lugar a que se retrase la hora de acostarse, así como a que los adolescentes pasen más tiempo en su dormitorio o tumbados en la cama, sedentarismo que aumenta la latencia del sueño.

    Más de un tercio de los alumnos de Secundaria presenta alteraciones del sueño

    Así, los adolescentes entran en un círculo vicioso que les lleva a acostarse más tarde, consumir más cafeína, quedarse dormidos en la escuela y sufrir mayor somnolencia diurna.

    Las enfermeras llegan a la conclusión de que los centros educativos deberían incidir en la prevención del abuso del móvil. Consideran que controlar el uso de dispositivos electrónicos, como el móvil, en general, y por la noche en particular, podría mejorar la cantidad y calidad del sueño del adolescente.

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