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La psicóloga y cantante María Rozalén ha sumado a sus compromisos el de los Cuidados Paliativos. La Unidad de Medicina Paliativa de la sanidad pública albacetense acaba de cumplir 25 años de servicio a la ciudadanía, un periodo de tiempo en el que ha atendido a 13.600 pacientes y sus familias. La última iniciativa es la “Pizarra de Emociones”. Este proyecto esta amadrinado por María Rozalén. La cantante ha querido compartir este aniversario junto a los profesionales.
La Pizarra de Emociones
Un ejemplo de este impulso humanizador se encuentra en el nuevo espacio que se ha creado en el Hospital Perpetuo Socorro. Se trata de una sala multifuncional de descanso para familiares y pacientes y como lugar de reunión de éstos con los profesionales. Para la creación de este dispositivo, el equipo de mantenimiento del Perpetuo Socorro ha adecuado una instalación para mayor confort de las personas que acuden a la Unidad de Medicina Paliativa.
Estas actuaciones se han basado en la instalación de estores en las ventanas, emplazamiento de una mesa baja y una lámpara de luz suave y se ha dispuesto de un mobiliario más cómodo. Igualmente se han incorporado juegos o libros para hacer más llevadera la estancia. La intervención se ha ampliado a las habitaciones de hospitalización, donde se han colocado fotografías decorativas y también se ha pintado la sala de espera, barandilla y pasillo.
Además, la nueva sala de descanso para pacientes y familiares cuenta con una original novedad, la “Pizarra de Emociones”. En esta pizarra, tanto pacientes como familiares podrán escribir sus mensajes de ánimo, sentimientos o pensamientos, una manera de compartir esta experiencia vital con los demás.
Rozalén deja su impronta en Paliativos
La cantante María Rozalén es la madrina de esta iniciativa de humanización y ha conocido de primera mano el trabajo de los profesionales, la nueva sala e incluso ha dejado una frase en esta “Pizarra de Emociones”. La albaceteña ha escrito una estrofa de una de sus próximas canciones: “Cuidar a quien nos dio la vida mientras marchita la flor”. Y durante su intervención ha dicho sentirse honrada por la invitación a participar en este proyecto, además de reiterar su agradecimiento a los “hadas de batas blancas”.
En este sentido, la coordinadora de la Unidad de Medicina Paliativa, Cristina Nerín, ha agradecido la implicación de Rozalén en el proyecto y su sensibilidad hacia los profesionales. Nerín ha explicado la dimensión del trabajo que realizan a diario: “Disponemos de ocho dispositivos de actuación: las diez camas de hospitalización, la consulta, los dos equipos domiciliarios para Albacete capital y parte de la provincia, la atención telefónica, las áreas de psicología y de trabajo social”.
Además, recientemente, la unidad ha incorporado el dispositivo interconsulta que cubre la atención a pacientes con necesidades paliativas ingresados en el Hospital General, desplazándose los facultativos a valorar a los pacientes cuando es necesario.
Equipo
La Unidad de Medicina Paliativa depende directamente del Servicio de Medicina Interna, pero su labor se basa en la buena coordinación entre distintas categorías profesionales. Como ha puntualizado Cristina Nerín, “contamos con un equipo multidisciplinar, para llevar a cabo este abordaje integral de la situación clínica de los pacientes, así como su estado emocional y situación social, del propio paciente y de su familia”.
Por último, la doctora Nerín ha agradecido la aportación de todos los que en algún momento han formado parte de la Unidad y a los que desde diferentes instituciones y servicios han apoyado y respaldado su desarrollo. También ha mostrado su gratitud a todos los pacientes y familias que han depositado su confianza en el equipo para ayudarles a vivir esta etapa de su vida.
Para conmemorar esta efeméride, se ha celebrado un acto en el centro sanitario al que han asistido la delegada provincial de Sanidad, Juani García Vitoria; el gerente del Área Integrada de Albacete, Alberto Sansón; el coordinador de Humanización de la GAI de Albacete, José Miguel García Mollá; la coordinadora de la Unidad de Medicina Paliativa, Cristina Nerín, junto al resto de miembros del equipo de la UMP, así como numerosos profesionales que durante este cuarto de siglo han desempeñado sus funciones en la unidad.
25 años de servicio y 13.600 pacientes atendidos
A lo largo de estos 25 años de servicio, la Unidad de Medicina Paliativa de Albacete ha atendido a 13.600 pacientes y sus familias. Aproximadamente el 64 por ciento ha sido asistido en domicilio en algún momento del proceso y casi el 20 por ciento de los pacientes ha pasado por las tres áreas (domicilio, consulta y hospitalización) durante su seguimiento. Actualmente hay 250 pacientes en programa, el 64 por ciento de los cuales se atiende en consulta externa, el 31 por ciento en domicilio y el 5 por ciento se encuentran ingresados.
En este cuarto de siglo, el concepto inicial de atención en la unidad, al igual que el equipo de profesionales, ha evolucionado y crecido. Los profesionales han asistido en directo al cambio de enfoque de los Cuidados Paliativos que en los inicios se reservaban para los últimos días de una persona y, sin embargo, ahora atienden al paciente de forma más precoz, interviniendo en gran parte de la trayectoria de la enfermedad si es preciso.
Desde el INSALUD y la AECC
En febrero de 1999, ligado entonces al INSALUD y a la estrecha colaboración con la AECC, comenzó su andadura este servicio en Albacete, dedicada al cuidado integral de pacientes oncológicos cuya enfermedad no responde al tratamiento curativo así como el apoyo a sus familiares y cuidadores.
En el origen de la Unidad de Medicina Paliativa estuvieron la doctora Beatriz Vila y la enfermera María José Blanquer. Por primera vez, Castilla-La Mancha disponía de una unidad especializada como ésta. En 2008, los profesionales de los equipos domiciliarios y psicología que pertenecían a la AECC pasaron a formar parte del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha. Aquel mismo año, la unidad albaceteña recibió la Placa al Mérito Sanitario por parte del Gobierno regional. Posteriormente, otras instituciones han reconocido esta labor.
La experiencia acumulada por el equipo ha permitido el desarrollo provincial de la Medicina Paliativa. En estos últimos años, se han creado unidades en las Gerencias de Atención Integrada de Villarrobledo, Almansa y Hellín. Unos referentes profesionales que, además de realizar una labor docente tanto en las facultades de Medicina como Enfermería, forman parte de la Sociedad Castellano Manchega de Cuidados Paliativos y de la Red de Expertos de Cuidados Paliativos del SESCAM.
Paliativos no es el final
Los Cuidados Paliativos tienen un enfoque especial en la atención de las personas que padecen una enfermedad avanzada, progresiva e incurable. Los profesionales tienen el objetivo de mejorar su calidad de vida, ayudando a pacientes y cuidadores a controlar los síntomas y los efectos secundarios de los tratamientos, a través de la prevención y el alivio del sufrimiento. Para ello, inciden en una identificación temprana; una evaluación adecuada y basado en la escucha y el acompañamiento.
Durante el emotivo acto de conmemoración de estos 25 años de vida de la Unidad de Medicina Paliativa, han sonado las voces del coro A Capella y han resonado con fuerza, mediante un video grabado para la ocasión, los testimonios de los pacientes. “Cuando dicen que Paliativos es el final yo creo que no. Paliativos es el principio”, ha contado una de las personas. Una opinión que resume bien el agradecimiento de cuantos son atendidos por los profesionales.
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