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La Plataforma de Afectados por COVID-19 y Familiares de Castilla-La Mancha considera que “no nos han dejado hacerles justicia”, ya que nadie ha respondido por la falta de medios con la que se enfrentó Castilla-La Mancha a la pandemia, pero después de más de 8.000 muertes y sin saber cuántas se pudieron evitar, las familias apelan a la memoria con homenajes en tres provincias.
- Homenajes
- Tomelloso. 16 de marzo de 2024, a las 17.30 horas, en el Parque de la Casa del Gallego. Se plantará un árbol junto a una placa de recuerdo.
- Cuenca. 17 de marzo. 11.30 horas. Escaleras de la Catedral.
- Albacete. 23 de marzo. 19.00 horas. Plaza de la Catedral.
- Quintanar del Rey. 26 de marzo. 17.30 horas. Cementerio Municipal.
La Plataforma de Afectados y Familiares por COVID-19 pide un protocolo para que la tragedia no vuelva repetirse
Han pasado cuatro años, pero el mes de marzo todavía es complicado para las víctimas del COVID, que aún hoy se preguntan si hay un protocolo en caso de que se repitiera un escenario parecido. De hecho, han pedido tanto explicaciones sobre lo que pasó como respuestas para asegurarse de que no se cometerían los mismos errores. Sin embargo, a la espera de que el Defensor del Pueblo les dé la explicación que no les da la Consejería de Sanidad, parece como si nadie se acordara de ellos.
“Quien no lo haya vivido no sabe la cicatriz que tenemos”
“Nos quedamos sin duelo, sin verlos, sin saber si están ahí donde los enterramos, quien no lo haya vivido no sabe la cicatriz que tenemos”, recuerda hoy María José Saiz, la castellanomanchega que fundó la plataforma. Hoy siente que se ha pasado página “como si aquí no hubiese pasado nada”.
La familia Saiz Zamora, del pueblo conquense de Quintanar del Rey, creó la Plataforma de Afectados por COVID-19 de Castilla-La Mancha a raíz de la muerte de su padre, Pedro José. Tenía 65 años y una enfermedad crónica que, gracias al equipo de Medicina Interna, le permitía llevar una vida totalmente normal.
El 24 de marzo «se lo llevaron» al Hospital General Universitario de Albacete y el día 26 su compañero de habitación avisaba de que no cogía las llamadas del móvil. Había muerto. La familia vio cómo se marchaba en una ambulancia y regresaba en una caja precintada dos días después. Como este desenlace, hubo cientos al principio.
Hoy, cuando ya no se cuentan las muertes por COVID, ya que las vacunas y la inmunidad de haberlo superado lo han convertido en un virus más, hay miles de familias que no han cerrado sus heridas, de ahí que estén cerrando homenajes durante el mes de marzo para recordar qué pasó en el mismo mes de 2020 para que los muertos acabaran contándose a miles en Castilla-La Mancha, desde la joven médica Sara Bravo, de 28 años, hasta los ancianos que murieron en las residencias.
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