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El dentista Manuel Martínez propone el Chortal, en Pozo Cañada, para retomar las rutas senderistas y la ración de ejercicio semanal
Por primera vez, la ruta no la marcan los deseos de descubrir nuevos senderos. En esta ocasión, el recuerdo de la tortilla erótica hace que el sector femenino suplique al ‘hombre-guía’ que dirija nuestro destino a no más de 15 kilómetros del restaurante Cascorro de Pozo Cañada, porque el recuerdo de su tortilla lleva rondando el ánimo de los componentes de este grupo desde hace ya unas jornadas…
Coronamos sin problemas el Puerto del Purgatorio
Una mañana espléndida con sol de invierno y un poco de viento sin molestar nos acompañará durante toda la jornada… Cogemos la autovía de Murcia desde Albacete hasta Pozo Cañada, buscamos un aparcamiento cerca del inicio de la ruta, en el paraje El Estrecho. Nos da la bienvenida un banco bajo un pino para calzarnos nuestras botas de montaña y echando de menos al bardo del grupo, a Terto, comenzamos a andar en dirección al Chortal.
Cruzamos la autovía por la vía de servicio y una vez pasada la empresa de Reciclados enfilamos campo a través buscando el camino de acceso al parque eólico. La primavera empieza a pintar el campo… unos tímidos nazaneros, unas campanillas amarillas van salpicando la ladera del monte el chortal mientras zigzagueamos para mitigar las rampas más pronunciadas de la subida.
Sin darnos cuenta coronamos sin problemas el Puerto del Purgatorio y nos sorprende como siempre, la majestuosidad de los molinos eólicos que a base de la cotidianidad en todo el paisaje provincial ya casi ni impresionan hasta que te colocas en su base y miras hacia arriba. Va avanzado la mañana entre conversaciones de actualidad política y la conveniencia o no de la energía solar y eólica.
Desde la mitad de la subida nos acompaña una pareja de solitarios buitres que de manera sorprendente aparecen en estas latitudes pero que hacen más idílica si cabe esta ruta, a la derecha, el valle de Pozo Cañada y Pozohondo, a lo lejos Chinchilla, y del otro lado Montpichel y Chinar y frente a nosotros la impresionante Sierra de Ontalafia. Una vez coronado el punto geodésico y repuesto el ánimo con un té caliente y unos trocitos de coco desecado iniciamos el descenso, ahora sí, por una senda estrecha que baja por el centro del valle hasta las primeras parcelas de almendros.
Vestigios del pasado
Cogemos camino a Pozo Cañada pasando por la Ermita de San Isidro Labrador y por una antigua cementera que parece un gran estudio cinematográfico, un vecino nos cuenta la importancia que esta empresa debió tener en los años 60, ahora solo quedan los vestigios de los edificios.
Próximo objetivo: Ontalafia
Jubilosos vemos cada vez más cerca nuestro destino, y el oscuro objeto del deseo de esta excursión… la tortilla de Llanos. Pero como siempre el destino es caprichoso, en el Cascorro no queda tortilla, pero nos deleitamos con otro de los platos preferidos de este grupo… los higadillos con ajicos, espectaculares, dos raciones, y el compromiso de avisar la próxima vez que volvamos para que nos reserve unas tapejas. Gracias a la sobrina de Llanos, que es enfermera y lectora de Diario Sanitario, por haberle pasado la ruta de la tortilla erótica, inicio de nuestro idilio con esta magnífica cocinera y por ende, con este pueblo de la provincia con tantas rutas a descubrir. Por cierto, Juanín el Carnicero nos pasará el trabajo fin de grado de su hija que versó sobre Ontalafia, así que pronto volveremos.
Distancia recorrida 9 Km, desnivel 236 metros, altitud máxima 1.017
