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Ocho andarines han recorrido la sierra albaceteña de Nerpio hasta Alcaraz. La mayoría vinculados al Centro Excursionista de Albacete, de donde han sido de todo y especialmente guías. Los sénior tienen una edad media de 67 años. Entre ellos hay ex: bancarios, periodista, conserje, médico, profesor de educación física. Y los activos restantes, psicólogo y biólogo.
Perciben su salud general notablemente buena, aun contando con problemillas de espalda, arritmias, próstata, colesterol, ácido úrico, diabetes y otras minucias. En esta consideración del bienestar influye su satisfacción con las actividades de ocio y relación que realizan tras la jubilación: andan, corren, bicicleta. bricolaje, chapuzas de albañilería, fontanería, electricidad, leen, van al cine, visitan museos y viajan con relativa frecuencia.
Cerca de 130 kilómetros en siete etapas
La famosa marcha Nerpio-Alcaraz se ha realizado en siete etapas, Nerpio-Yetas-La Donal-Tus- Riópar- Paterna-Alcaraz. A la séptima descansaron, pero ha sido un recorrido aproximado de 127 kilómetros, con un desnivel acumulado de algo más de 4.000 metros. La ha diseñado ‘El Mariscal’, junto con la gerencia de Eduardo y el de temas económicos y wikiloguero ‘Manucoleta’.
📍 Manucoleta.
Amor por la naturaleza
Del resumen de fortalezas identificadas en esta experiencia Nerpio-Alcaraz destacan su amor por la naturaleza, su capacidad mental para hacer frente a las adversidades (climatológicas, cansancio, dolor, sufrimiento) y la pertenencia al grupo. Algunos destacan su actitud de ensimismamiento y contemplación.
Por el contrario, como adversidades, el peso de la mochila, condiciones de las rutas y condiciones climatológicas adversas, especialmente lluvia.
¡Vayamos jubilosas!
Como propuestas de mejora se habla de más autogestión de la intendencia, cambio de fechas para tener mayor disponibilidad de lugares de acogimiento, etapas más llevaderas, incluso otros escenarios.
De cualquier manera, los senior se pondrán en marcha al grito de guerra: ¡Vayamos jubilosas!
✒️Juan Miguel Velasco.
I Nerpio-Yetas
▶️ Aquí puede consultar la ruta en Wikiloc📍
Hace frío de otoño en Nerpio, pero no renunciamos a un breve bautizo a los novatos entre dos chorros de agua en la fuente de la cabra hispánica. Todo es tradición. El recuerdo de un nogal centenario seco, hecho una estampa triste ante los ojos que lo vieron verde. El Plantón del Covacho.
Un paseo por el río Taibilla, como de costumbre. Comienzan los sudores, agua que no falte, fuerzas que minoran y resienten, recuerdos imborrables para combatir el alzhéimer. La Dehesa y el Cordel de Hellín.
Una roca caliza inclinada para recibir los rayos solares de manera coherente. Un “bujero de los deseos”.
Cada montañero coge una piedra, piensa y la deja caer. 45 metros en la espera y te devuelve un disparo. Buunnnnn. El ” bujero de la losa”. Y nos vamos al saliente. Ya en Yetas, una cerveza se prefiere frente a la fuente.
✒️ Jorge Martínez.
II Yetas-La Donal
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Segunda ruta de la marcha Nerpio-Alcaraz. Abro los ojos, mis previsiones sobre el dolor esperado tras la etapa de ayer son erróneas, (estoy muy bien). Desayunamos y arrancamos la marcha. La bruma nos envuelve mientras ascendemos al puerto de La Borriqueta, la atravesamos con energía y saludamos a un enorme rebaño de ovejas ( ¿Qué hacen en el reino onírico?). Dejamos la bruma atrás y la vemos desde arriba: un mar de nubes rompiendo contra la montaña, los calares de la Sima y del Mundo. Salimos del ensueño ya que viene la televisión a entrevistarnos: paripés, algunos nervios y algo de tedio, termina pronto ( y no ha sido tan terrible).
Continuamos para comer en el mirador de La Borriqueta, junto a la Molata de La Graya sin más complicaciones. El frío arrecia. Seguimos la marcha. Las horas se desdibujan entre subidas y bajadas. El cansancio se abre paso entre pisadas, el dolor se hace presente, los pies, la espalda, alguna rodilla. Ya solo puedo pensar: “un paso más”. Mi mente está vacía ( ).
✒️Eduardo Martínez.
III La Donal-Tus
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El camino arranca en La Donal, en el Camping Río Segura, muy cerca de la junta del arroyo Madera con el río Segura, y abandona la aldea por una pista forestal paralela al arroyo Madera. Vadea el arroyo Plañelejo. Al otro lado del arroyo hay una vaquería. Luego la pista se transforma en estrecha senda y pasa frente al cortijo de la Hoya de Don Juan y los cortijos de la cuesta de Yécar.
Abajo quedan las ruinas del molino aceitero de Don Joaquín Gomes. Luego el Cortijo del Saltador, de la Tinadica, del Arroyo Madera, del Gallego y las Casas del Romeral. Tras la cuesta llega a Arguellite. Pasa las ruinas de Tinadas Nuevas, junto al arroyo del Asperón que se sigue hasta la aldea de los Prados. El camino sube hasta el collado y por pista forestal desciende hasta La Moheda, cruza el Vado de Tus y llega al Camping Río Tus.
✒️Julio Lorenzo.
IV Tus-Riópar
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Otro mundo de la Nerpio-Alcaraz. La Tobica. Los Giles. Al Castillo de Tus se lo tragan las piedras que lo sustentaban. Frotan su espalda las nubes contra las copas de los pinos, encinas y robles. Cuesta de Las Peladillas, un cuchillo de tiempo con filo de agua que taja los tremendos peñascales. Escalera de Jacob, subida al cielo. Subimos al encuentro de una parte de nuestra alma que quedó arriba la última vez.
Mar blanco, desierto calcáreo exsudando belleza, robustez. Otro mundo. Una esponja descomunal, una plantilla alargada: 16 por 6 kilómetros que rompen en el Reventón al N y al S con algarabía de piedras y agua en Arroyo Bravo. Bajamos a la civilización y al turismo. Arriba queda mucha alma.
✒️Sento Cayuela.
V Riópar-Paterna del Madera
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Amanece y el cielo da lluvia. Ignoramos el tiempo y enfilamos hacia las cumbres. Esta cuadrilla se adentra por las brumas del bosque de Merlín. Los dos últimos de la cuerda recogen piedras y engrosan sus mochilas en un ejercicio particular de engrandecimiento interior y mortificación.
El grupo resopla y corona el monte por el paso de Los Gallineros. Los más expertos cosechan setas y guízcanos, hongos cornicabra, rizomas de lengua de gato, patatas de agua, azafrán silvestre, boniatos aéreos… Se almuerza en el refugio del Manojal y nos sobrevuela un helicóptero con sonido de abejorro, que desde la altura nos dice que nuestras almas son sencillas.
Otra etapa más de la marcha Nerpio-Alcaraz y seguimos todos.
Cruzamos el arroyo Endrinales y pisamos asfalto negro, como se van tornando nuestros pensamientos a esta hora de la tarde. En la terraza del Batán del Puerto retomamos brío con ajo de mataero y setas.
Anocheciendo llegamos a nuestra hospedería de hoy. Con nuestra alegría innata, cruzamos la puerta y es como entrar en el relax de otra alma.
✒️Marcos Bonilla.
VI Paterna-Alcaraz
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Emprendemos la sexta etapa de la marcha Nerpio-Alcaraz. Amanece lloviendo. Parece que el tiempo no nos da tregua. Tras el desayuno nos encaminamos hasta el cementerio. Y desde ahí buscamos la senda que nos lleva al Cortijo de los Bandoleros, donde aún resiste la pared del palomar. Ahora por La Cañada de Bogarra descendemos hasta la Fuente de la Piedra, y el refugio del campamento para sentarnos como señores a comer. Terminando, empieza a llover copiosamente. Las capas de lluvia serán nuestras compañeras. El barro dificulta la marcha y nos ralentiza.
Después de una hora, parece que el diluvio termina. Alcaraz está cerca, aunque todavía no lo vemos. Transitamos por una pista, donde a ambos lados proliferan las encinas. La monotonía del paisaje nos invita al silencio. Hoy es el último día de algo que empezó hace 40 años… Y siempre he tenido una sensación de alegría y tristeza a la vez… Pero como dijo alguien “las cosas que empieces, termínalas. Si puedes, claro”.” “. Y en un recodo del camino aparece majestuosa Alcaraz. Las torres de la Trinidad y el Tardón nos dan la bienvenida, algo simbólico y sentido. El año que viene volveré. O eso creo…
Final de la emblemática Nerpio-Alcaraz
BRAVO,por esos Senior y que envidia sana dais….
A algunos os conozco, desde los primeros tiempos, del Centro Excursionista de Albacete.
¡ Me alegro por vosotros!
Una “ex topeta “¿ Recordáis?
Sara
Gracias por tu comentario Sara. Realmente una gozada que puedes experimentar en nuevas ediciones. La mochila ya se va poniendo pesadita y tendremos que buscarle alguna solución, aunque pase por ser más primitivos y echarle menos cosas. Pero sigue siendo una experiencia enriquecedora que nos va dando a cada uno nuestro punto de realidad. ¿Para cuando la última montaña?. No parece que sea inminente, estos seniors siguen estando fuertes y chaconeando sin descanso. Y se ríen mucho.
Un abrazo
Terto