“Si volviese a nacer, estudiaría Farmacia”

La científica Rocío Fernández Santos, nueva decana de Farmacia, apuesta por la internacionalización

A las 6,30 de la mañana empieza la jornada de la nueva decana de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), porque, como su mentor, el rector Julián Garde, es de hacer mucho y dormir poco. Feminista de las que busca la igualdad “sin pisar a nadie”, Rocío Fernández Santos se ha ganado a pulso cada mérito. Y es que es consciente de que cuando eres investigadora “vives para la ciencia”, pero en su caso, “no renuncio a nada”. Eso sí, “si volviese a nacer, estudiaría Farmacia”.

“No renuncio a nada, pero vivo para la ciencia”

Si la bióloga Rocío Fernández Santos volviese a nacer, estudiaría Farmacia. Y es que, como asegura el científico hellinero Juan Carlos Izpisúa, no hay carrera más completa para investigar. Estudió Biología por vocación, pero sin saber que Farmacia aglutinaba la Biología y la Química, lo que le hubiese dado los recursos para lo que ha investigado siempre, la supervivencia de las especies. De hecho, se especializó en espermatología.

Ahora que tiene las riendas de la Facultad, con 20 votos a favor y dos en blanco, se ha marcado como meta que la Facultad de Farmacia avance en la excelencia en docencia e investigación, que suene a nivel nacional y en el extranjero con una clara apuesta por la internacionalización.

Hija de un carpintero que prosperó a empresario y de un ama de casa, Rocío Fernández Santos aprovechó, como sus hermanos, el empeño de sus padres por costear a los cuatro una carrera universitaria. Aplicada e inquieta, salió de Villacañas (Toledo), su pueblo, para estudiar Biología en Madrid, en la Universidad Complutense. Su conexión con Albacete, sede de la única Facultad de Farmacia de la región, llegó cuando empezó la tesis doctoral. Se centró en Reproducción Asistida, en espermatología, bajo la dirección del ahora rector Julián Garde.

Polifacética

Investigadora, profesora, madre y, ahora, decana, Rocío Fernández Santos es una mujer polifacética, tanto que todos los años se viste de la científica Rosalind Franklin y se sube a un escenario para que los alumnos puedan ponerse en la piel de las investigadoras del pasado.

Hoy Rocío Fernández Santos tiene, a sus 43 años, más de 60 publicaciones científicas en su haber y es investigadora principal en dos proyectos. Pero el logro que le abrió todas las puertas, con un expediente brillante, fue cuando en 2008 consiguió la prestigiosa beca Juan de la Cierva. Previamente, había logrado publicar en la revista Science, lo que garantizaba una puerta abierta en el complicado mundo de la investigación.

Tras una etapa en el CERSYRA de Valdepeñas, el Centro de Investigación Ganadera adscrito al Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal de Castilla La Mancha (IRIAF), regresó a la Escuela de Agrónomos de Albacete como contratada doctor hasta que, en 2012, entró como profesora titular en la Facultad de Farmacia, donde da clase de Fisiología, Fisiopatología y Salud Reproductiva.

Entre Villacañas y Albacete

La nueva decana de Farmacia aterriza con una carrera brillante, pero ha hecho encaje de bolillos para no renunciar ni a ser madre -tiene dos hijos- ni a su vida profesional. No es fácil, pero si ella duerme apenas seis horas, su marido, que es agricultor, se levanta a las cuatro y media de la madrugada para trabajar en Villacañas. Han cuadrado el círculo para repartir la vida personal y profesional, con sus dos hijos, entre el pueblo toledano y Albacete.

En el ‘Club de las malas madres’

Aunque con un currículum excepcional, la nueva decana de Farmacia tiene vicios terrenales, como las series, especialmente Juego de Tronos, o la lectura, con el libro de Lucía Berlín Manual para mujeres de la limpieza como última adquisición. Además, se confiesa seguidora del Club de las Malas Madres.