• Villalgordo del Júcar siempre es un acierto

    Las rutas de senderismo 2024, que organiza la Diputación Provincial de Albacete, nos llevan a Villalgordo del Júcar, un auténtico paraíso en la comarca Mancha Júcar-Centro. En una fresca y encapotada mañana, recibía y daba la bienvenida a los andarines el alcalde del municipio, José Luis Martínez Cano, a las puertas de la Casa de la Cultura.

    Fotografías: Luis Sánchez Vizcaíno

    Las rutas de senderismo 2024, que organiza la Diputación Provincial de Albacete, nos llevan a Villalgordo del Júcar, un auténtico paraíso

    Un paraíso en la comarca Mancha Júcar-Centro

    Arrancarían primero por el Paseo de la Familia Gosálvez, a través del Parque Hondo del Río hasta subir por las escalerillas que dan acceso a la carretera CM3114 para cruzar el puente sobre el Júcar.

    Avanzarían un tramo por la carretera, quedando a su izquierda el Palacio de la Familia Gosalvez, de estilo Versallesco Francés que fue construido a finales del siglo IXX e inaugurado en 1902 y que desgraciadamente a día de hoy en ruinas, aunque son dignos de contemplar tanto su entorno natural, como sus características arquitectónicas.

    Cruzaron la carretera para girar a la derecha desde donde cogieron un camino y siguieron la ruta río arriba por su margen derecha para ir cogiendo altura, entre pinos, por la cuesta de Las Peñicas y una vez arriba con unas magníficas vistas que nos ofrece el Valle formado por el río que da nombre a la localidad, con Villalgordo del Júcar al fondo, un entorno totalmente natural formado por gran diversidad de especies forestales como pino, carrasca, viña, aromáticas, espartos y distintos campos de cultivo, donde también se albergan gran cantidad de especies de fauna como aves rapaces, conejos, liebres, perdices, corzo o jabalí.

    La ruta continuaría por una senda paralela al trasvase Tajo-Segura que iba prácticamente vacío. Avanzarían así unos kilómetros hasta adentrarse de nuevo en el monte y, tras avanzar un tramo por camino, en algunos tramos con algo de barro debido a las lluvias de días anteriores, hasta llegar a una finca donde se ubica un precioso hotel rural “Hoces del Batanejo”, incluso con un nuevo salón de celebraciones. Aquí les esperaba, por cortesía del Ayuntamiento y gracias a la colaboración de algunos vecinos, unas ricas gachas, con tajadas de tocino, chorizos, etc.…regadas con el buen vino de la zona y un calentito café para finalizar.

    Reponiendo fuerzas

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    Con fuerzas renovadas, continuaron la marcha. Lo hicieron con un leve ascenso hasta llegar a la parte alta de una de las hoces que forma a su paso el río Júcar, con unas preciosas vistas del rio y una pequeña presa, continuaron, ahora con un leve descenso, un poco mas hasta llegar al Puente de los Arejos, el cual cruzaron, para así pasar al margen izquierda del rio Júcar y coger camino de vuelta a Villalgordo ascenderían un tramo hasta llegar a una zona con las mejores vistas de la zona, se trata del cañón formado por el río que da lugar a este paraje denominado “Hoces del Batanejo”, un lugar donde se puede disfrutar de la escalada, como así pudieron constatar.

    Hoces del Batanejo

    Tras realizar las fotos de recuerdo con estas maravillosas vistas, siguieron avanzando de regreso a través del paraje del Batanejo, por camino y rodeados de distintos cultivos y debido a las labores agrícolas, en los últimos años, se descubrieron algunos restos arqueológicos de gran interés de la época romana.

    Tomaron una senda natural y luego un camino que discurre paralelo al rio atravesando una gran zona de vega donde se cultivan gran variedad de productos hortícolas en estas tierras de grandes riquezas regadas por las aguas del Júcar.

    Tras varios kilómetros en llano, cruzarían de nuevo la carretera para entrar al municipio y llegar hasta al parque “Hondo del Río”, de titularidad municipal, junto al rio, plagado de gran cantidad de aves acuáticas que residen en él.

    Llegarían para finalizar a la Casa de la Cultura, donde de nuevo el Ayuntamiento les invitó a un fantástico aperitivo previo a la comida. Tras la comida visitaron el curioso “Museo del Envase”, propiedad de la familia Correas Tébar. 

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