• Una ruta por Munera ‘inolvidable’

    El Autor

    Manuel Martínez Vergara

    Dentista y senderista

    La amabilidad de sus vecinos, la temperatura primaveral de un 15 de noviembre, los colores del otoño y el paisaje de Munera (Albacete) lograrán que la ruta de senderismo hacia la Morra del Quintanar quede grabada entre las mejores tardes de los andarines de Diario Sanitario, con un solo ‘pero’, que, sin saber que la tarde sería inolvidable, faltaron tres de los cinco jinetes del senderismo.

    Salimos de Albacete a las 14.30 horas, con La Multimedia agobiada por las pocas horas de luz y regañando por un retraso mínimo. Eso sí, enfiló la carretera detrás de un camión y con él fuimos prácticamente hasta llegar a Munera. Dejamos el coche en el Miguel Hernández, un restaurante de carretera que, por su fama, nos hizo pensar que acabaríamos la tarde comiendo más que en las bodas de Camacho.

    Nos cambiamos las botas, que algunos estrenaban de todo, y empezamos una ruta circular que nos iba a sorprender a cada paso. Para empezar, con esta pertinaz sequía, dudábamos de que hubiese agua y, sin embargo, el río Córcoles, afluente del Guadiana, no nos defraudó.

    Y lo mejor de esta ruta estaba por venir. A lo largo de cientos de salidas, los andarines nos hemos encontrado con gente hospitalaria allá por donde hemos ido, pero nada como los vecinos de Munera. María Luisa e Isabel no sólo nos indicaron dónde estaba la Fuente Nueva, además nos acompañaron y nos informaron de que este año, tan raro en lo climatológico, la monda del azafrán se había retrasado.

    Lo mejor de Munera, sus vecinos

    Después de conversar sobre el cambio climático, la hija médico que estaba en Almansa y la buena costumbre que había en Munera de pasear después de comer, Juan Antonio, Dolores y el que suscribe continuamos la ruta. Nos decepcionó que el Castillo estuviera vallado, pero no había tiempo que perder. Pasamos por la Ermita de San Telmo, el Vallejo del Toril y subimos a la Morra del Quintanar después de pasar el Cuarto del Risco.

    • El río Córcoles, propiamente dicho, discurre por el este desde Nava Marín y labra un valle en el que se le junta un arroyo que viene de los Tenientes y va discurriendo al pie de la Morra del Quintanar, yacimiento arqueológico de la edad del bronce que es una motilla en altura resguardada por dos vallejos, con una muralla perimetral y torreón central.

    📍 Aquí puede consultar la ruta en Wikiloc

    Ya en la morra, nos imaginamos cómo se viviría hace miles de años. Apreciamos los restos de cerámica y de arquitectura mientras admirábamos el paisaje en el que sería el punto más alto del recorrido.

    Y como la luz marcaba las prisas en esta ruta de senderismo por Munera, a buen paso, continuamos atravesando la Cañada Real de Cuenca hasta llegar a Las Zorizas, donde Telmo y Juan, pastores, nos demostraron una vez más la hospitalidad de la zona y, sin saber quienes eran los peculiares visitantes (nosotros), nos mostraron a sus 300 cabras y ovejas e incluso nos sacaron un cabritillo recién nacido para que lo saludáramos.

    Telmo, Juan y la España que se apaga

    Finalmente, emprenderíamos el regreso, no sin antes atravesar la aldea Cuarto del Zarzo, un síntoma más de esa España que llaman vaciada, pero que en realidad está abandonada. Recorremos con tristeza lo que en tiempos fueron calles mientras cae el sol.

    Maravillados por el paisaje, vemos cómo la noche llega a Munera. Han sido 14,3 kilómetros en una ruta de senderismo sencilla, casi sin desnivel, que recomendamos tanto por las vistas como por la hospitalidad de Munera.

    ➡️ Tiene otras rutas en la sección ‘Senderismo’

    Munera logrará que la ruta de senderismo hacia la Morra del Quintanar quede grabada entre las mejores tardes de los andarines.

    Munera logrará que la ruta de senderismo hacia la Morra del Quintanar quede grabada entre las mejores tardes de los andarines.

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