Los senderistas de la Diputación de Albacete han visitado Villa de Ves para recorrer otra de las rutas obligadas, la del “Antiguo camino a las Herradas Carcelén-Murcia”, en una prueba circular, de dificultad alta, debido al desnivel, de algo más de 9 kilómetros de distancia y unas cuatro horas de duración.
📷 Fotografías: Luis Sánchez Vizcaíno
Una ruta exigente
Tras tomar café en Villa de Ves, cogerían en esta ocasión dos microbuses, debido a las curvas en la carretera que debían de conducirles hasta el margen derecho del embalse de El Molinar, donde arrancarían la marcha.
Pasarían por el túnel de la presa para llegar al otro lado donde comenzaría la ruta. Aquí se encuentra el inicio del PR-AB 58. Esta ruta está homologada y señalizada. Así, y tras una pequeña subida por el asfalto, cogerían una antigua senda de herradura utilizada antaño para llegar a la herrada de arriba (zona de labranza), una bella senda recientemente acondicionada que discurre por la zona boscosa y de umbría del cauce, divisando los impresionantes cañones el río Júcar, el Embalse del Molinar.
➡️ Pinche aquí si quiere inscribirse en las rutas
Además, conforme se va ascendiendo, al otro lado del embalse, frente a esta senda está el Barrio del Santuario, conocido por las gentes del lugar como La Villa (origen del municipio de Villa de Ves). Sobre un peñón, está la majestuosa iglesia del Cristo de la Vida.
Llegarían, no sin esfuerzo, a lo más alto, del primer tramo, con impresionantes vistas de la parte trasera del santuario, junto al embalse, eso sí, muchos metros más abajo, bello lugar que aprovecharon para almorzar, un rico hornazo, cortesía del ayuntamiento de Villa de Ves, y es de agradecer, al igual que la jara recuerdo de su paso por el municipio.
La Fuente de Juan García
El sol empezaba ya a calentar, y sin tanto desnivel continuarían el recorrido hasta llegar a una zona recreativa acondicionada para el descanso, la Fuente de Juan García.
Desde este punto, subirían un último repecho para alcanzar la altitud máxima de este sendero y coger una pista forestal en muy buen estado conocida como la Herrada de Abajo. Ahí, ya sin apenas sombra, y el sol apretando, comenzarían el descenso por pista forestal. Pudieron contemplar antiguos caseríos de labranza, así como los cañones tras el embalse y el poblado del Molinar, vinculado a la primera Central de Hidroeléctrica española, de 1910.
Hemeroteca