Los andarines de Diario Sanitario regresamos a La Manchuela, en esta ocasión para alcanzar el Moluengo en una ruta de poco más de 12 kilómetros. Nos dirigimos, una vez más, hasta Villamalea para cruzar de nuevo el Puente de Vadocañas, que nos tiene hipnotizados, aunque este día lo atravesamos con el coche.
Regreso a La Consolación
Desde que visitamos la Cueva de los Ángeles, la zona de Villamalea nos atrae como un imán, haciéndonos saltar con el Cabriel de protagonista de Albacete hasta Valencia y Cuenca a base de pasos. Es la tercera vez que hacemos coincidir la ruta con el Puente de Vadocañas y la segunda que paramos en el Santuario de Nuestra Señora de la Consolación.
Sin salir de este sano bucle, llegamos hasta Villalpardo (Cuenca), por el camino de San Marcos, para visitar de nuevo el Santuario de Nuestra Señora de la Consolación. El claustro nos deja de nuevo sin habla, como la iglesia y las ofrendas que han dejado los devotos. Pero, después de unos minutos de reflexión, subimos de nuevo al coche rumbo al punto de partida.
📍 Aquí tiene el punto de partida
▶ Aquí puede consultar la ruta en Wikiloc
Aparcamos el vehículo en Hoya Redonda, dejando a la derecha el collado de la Salamandra. Buena temperatura, impresionantes vistas en el Mirador del Moluengo y accidentada tarde para un andarín que cuenta con todo el monte para resolver sus ‘problemas’.
Sin entrar en detalles, dejamos a la izquierda el camino del Mirador de Vicente. Y en el Puntal del Mojón comenzamos el salto final de la subida, lo más duro, que algunos sortean con atajos campo a través. Vemos a nuestra izquierda la Peña Azul y la Morra de los Lagartos, para dar el último giro a la derecha hasta el Moluengo, de 1.040 metros de alto, en la sierra del Rubial.
Desde el punto geodésico divisamos el Pantano de Contreras a lo lejos. También vemos al Norte Villargordo del Cabriel y Fuenterrobles; al Noreste, cerca, Jaraguas y más al Este, la Venta del Moro. A lo lejos, Caudete de las Fuentes y Uriel. Todo esto está en la denominada Plana de Utiel-Requena. También otean algunos Villalpardo, Villarta, el Herrumblar, Villamalea y Casas Ibáñez.
Rematamos la jornada, ya de noche, en El Santiago de Navas de Jorquera, para disfrutar de sus boquerones e higadillos. Aquí decidimos que volveremos a peinar la misma zona y, por qué no, los bares del camino.
Regresamos al Puente de Vadocañas
“Viaducto de origen romano que une las regiones de Cuenca y Valencia pasando sobre las aguas del Cabriel”