
La humanización de la asistencia sanitaria ha tomado carrerilla en Pediatría. Las paredes se han teñido de motivos infantiles, los fonendos llevan muñecos y la entrada al quirófano ha pasado de ser traumática a convertirse en toda una aventura. En el Hospital General Universitario de Albacete, los niños ya pueden dirigirse al quirófano sobre ruedas, montados en un coche eléctrico de alta gama.

Lo ha confirmado el webmaster del centro sanitario a través de su cuenta de Twitter. Albacete ha tomado nota de la iniciativa «En coche al quirófano» de una clínica bilbaína, quien a su vez había visto el éxito de la experiencia en un hospital de Estados Unidos. Alicante o Canarias también han apostado por subir a sus pequeños pacientes en descapotable. Y es que una iniciativa tan sencilla puede disfrazar de ilusión el miedo a lo desconocido.
En el caso de Castilla-La Mancha, la mayoría de las zonas pediátricas se están apuntando al cambio en todos los sentidos. En el Hospital de Toledo acaban de cambiar los uniformes del Sescam por motivos estampados; en el Hospital de Hellín hay un jardín con «superpoderes»; en Albacete, además de viajar en descapotable, El Principito y Nemo, gracias a la donación de un conocido pediatra, el doctor Cepillo, llenan de color los pasillos.
Coches eléctricos, música, actuaciones y habitaciones con motivos infantiles reducen el miedo a lo desconocido
Disney ha entrado en el Hospital de Valdepeñas, cada 13 de mayo los hospitales de Castilla-La Mancha se comen a besos, los conciertos de música empiezan a ser una constante desde Cuidados Intensivos hasta Geriatría y el nombre de Los Guachis o el título de Capitán Optimista han trascendido más allá del ámbito sanitario.
Los hospitales y centros de salud se han tomado muy en serio la «humanización en Pediatría». Juguetes, cuentos, películas, uniformes divertidos, magos, payasos, música, coches eléctricos y, muy pronto, realidad virtual, están sembrando el germen de toda una revolución.