• El Coronilla y su sorprendente fauna

    El Autor

    Rigoberto López y Manuel Martínez

    Profesor de Psicología y médico dentista

    Llegamos hasta el punto geodésico del Coronilla, en la cuerda de la Almenara. Como si de un recorrido por la España vaciada se tratara, planificamos la ruta: Argamasón, Pozuelo, Madroño, Sahúco, El Berro, Navalengua, El Puerto, Fuenlabrada. Muchas de ellas, poblaciones fantasmas que tal vez acojan gentes en verano.

    • Distancia: 10,97 km.
    • Desnivel positivo: 354 m.
    • Dificultad técnica: moderado.
    • Desnivel negativo: 354 m.
    • Altitud máxima: 1.471 m.
    • Tipo de ruta: Circular.

    La Almenara, omnipresente

    Hacemos el recorrido mencionado en coche por una carretera de las que gustan a los moteros, estrecha, sinuosa y recién arreglada, de las que no pasan desapercibidas, o mueven las tripas, como le pasó a una andarina, o disfrutas de contorneos y parajes.

    Atravesamos una finca vallada, La Canaleja, donde perros atados a cada lado de la carretera ladran a nuestro paso y al de cualquier ser que se mueva. ¿Cómo es posible que se permita?

    Salimos a la carretera del Vidrio donde las máquinas siguen con sus arreglos y la cortan en dirección Peñascosa, lo que nos olbiga a replantearnos la ruta. El Hombre Guía nos llevará hasta el Coronillas, objetivo de la tarde, por el camino más recto, campo a través por un robledal que nos obliga a ir haciendo reverencias.

    De cuando en cuando, un respiro y divisamos el Ardal, Padrastro, La Albarda, Peñalta, Los Gallineros… y tantos otros. Seguimos mojones de señalización de término y un alambre de vereda que vamos saltando cada dos por tres. Cerca de 400 metros de desnivel que nos exprimen, en una tarde estupenda para andar, con nubes y claros.  Y la mejorana en nuestras pituitarias. Hoy vamos Manu, Dolores y Terto.

    Desde el Coronillas unas vistas inigualables, con la Almenara omnipresente. También el Argel resplandece. Numerosos pueblos en los llanos manchegos que no terminamos de identificar. Con el humeo del té y en pleno éxtasis salta un águila real que planea nuestras cabezas, majestuosa, como si anunciara lo que nos espera.

    Impresionante primavera tardía

    Ya de vuelta, un poco de camino y cogemos el arroyo de Las Puentecillas, nacimiento del río Montemayor, que luego pasará por Casas de Lázaro y San Pedro. Las últimas aguas lo visten de gala, paleta de verdes y brochazos de color, iris, lirios, cardos lilas, cojines de monja florados de amarillo, humedales llenos de carrizo, y el sonar del agua rio abajo. 

    Ciervos, jabalíes, muflones, zorro, liebre…

    Y en una praderita, tranquilamente pastando, una familia de ciervos, el macho de hasta “16 puntas” y grande como una vaca, robles centenarios, una pareja de jabalíes con sus rayones, el macho que se aproxima y nos bufa poniéndonos a prueba. ¿Dónde nos subimos? ¡Quietos! ¿Quién dijo miedo? ¿Y si nos embiste el impresionante animal de los bufidos? Este junio de 2023 marcará un antes y un después. Necesitaremos un protocolo de respuesta que vaya más allá de parapetarnos detrás de Manuel.

    En fin, sobrevivimos después de una buena descarga de adrenalina. Y ya en carretera, una pareja de muflones corren junto al coche; grupos de ciervos pastan en sus sembrados. Y  la traca final, una liebre tomando el sol y un zorro que nos mira con descaro. Dolores exclama que nunca había visto tantos animales ni tan cerca. Tal vez el paraje donde más naturaleza, sobre todo fauna, hemos visto nunca. ¡Y luego dicen que Asturias! El bosque nos recuerda a otro paraíso, Peralejos de las Truchas.

    Para terminar la temporada, en el Melgo, probablemente el mejor tapeo de Albacete, nos esperan nuestros colegas de andorreo para festejar. Y quién sabe si no nos despedimos hasta la próxima semana.

    📍 Aquí puede consultar la ruta en Wikiloc

    ➡️ Tiene otras rutas en la sección ‘Senderismo’

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