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En 2011, la radióloga Cristina Romero Castellano defendía su tesis doctoral sobre inteligencia artificial, una materia que, si bien ahora está de moda, hace trece años era una entelequia. Pero aquí no queda la apuesta de una mujer adelantada a su tiempo, hay que memorizar el nombre de esta médica porque va camino de revolucionar el radiodiagnóstico. De momento, ya la ha fichado la Real Academia de Medicina de Castilla-La Mancha.
“Hay que salir a buscar al enemigo”
- Cristina Romero Castellano ha pronunciado este viernes, 2 de febrero, en el Museo Municipal de Albacete, el discurso de ingreso en la Real Academia de Medicina de Castilla-La Mancha, que ha versado sobre diagnóstico de cáncer de mama e inteligencia artificial.
Cristina Romero abandera una revolución en el radiodiagnóstico
Y es que la jefa de servicio de Radiodiagnóstico del Hospital Universitario de Toledo, la doctora Cristina Romero Castellano, inicia ahora la segunda fase de un ensayo clínico que lleva camino de cambiar las tornas en la detección precoz del cáncer de mama. Se trata del sistema MammoWave, un mamógrafo de nueva generación que evita la radiación y la compresión.
Detrás de este adelanto, que ha convertido a Cristina Romero Castellano en una autoridad a nivel europeo, hay décadas de trabajo. No en vano, esta especialista tiene en su haber un cuarto de siglo centrada en el cáncer de mama.
Vocacional
Pero desde que esta médica dio el salto de su Granada natal a Toledo, donde se especializó en Radiología, tenía claro cuál era su misión. Nunca olvidará aquel día, con 13 años, cuando le preguntó a su padre por qué se había quedado huérfano tan pronto, por qué ella nunca conoció a su abuela. El dolor al ver cómo el cabeza de familia recordaba la pérdida de su madre por un cáncer de mama encendió la vocación de Cristina Romero, que se fijó en la adolescencia una meta de la que cada día está más cerca.
“Hay que salir a buscar al enemigo, cuando esté pequeño y escondido, para ganarle”, dice esta radióloga mientras insiste en que la detección precoz es la clave para vencer al cáncer de mama.
“La Medicina tiene que ser una pasión”
Inteligencia artificial al servicio de la lucha contra el cáncer de mama
Para ella, “la Medicina tiene que ser una pasión” que te lleve “a una gran generosidad” mientras asumes que no puedes dejar de formarte en ningún momento. Esa inquietud es la que le llevó a escuchar a un ingeniero italiano mientras ella daba una charla sobre inteligencia artificial en Viena. Detectar el cáncer de mama más incipiente, con inteligencia artificial, sin comprimir la mama y sin radiación parecía ciencia ficción. Sin embargo, Romero apoyó a aquel técnico, probó la máquina, sugirió cambios y consiguió que MammoWave, con fondos europeos, sea un adelanto “muy manchego” que en menos de una década puede cambiar las tornas en la detección precoz del cáncer. De hecho, ella llamaría a la máquina ‘Dulcinea’.
Esta radióloga, famosa por su tesón, ha conseguido que el cribado para la detección precoz del cáncer de mama no salga del Hospital Universitario de Toledo, que los resultados estén en 24 horas y que la paciente tenga, en tres días y en un solo acto médico, mamografía, ecografía y biopsia.
Ahora, la Dra Romero visualiza un futuro con un cribado sin radiación, que incluya a mujeres más jóvenes, en un cambio de paradigma que ha empezado en Toledo para extenderse al resto de la región, del país, de Europa y, quién sabe, del mundo.
La jefa de Radiodiagnóstico entra como académica de número a la real institución de Medicina para dotarla del perfil tecnológico que tanta falta hace en el siglo XXI.
El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha arropado el ingreso de la Dra Romero en la Real Academia de Medicina de Castilla-La Mancha.
La Academia crece
- Miembros de la Real Academia de Medicina de Castilla-La Mancha. Pedro Tárraga, Juan Solera, Julio Antonio Carbayo Herencia, Luis Rodríguez Padial, Jesús Millán Núñez-Cortés, Julia Vaamonde Gamo, Pedro Zorrilla Ribot, Roberto de la Plaza Llamas, Soledad Fernández Córdoba, Julio Antonio Virseda Rodríguez, José Manuel Juiz Gómez, Vicente José Anastasio Martínez Vizcaíno, Tomás Segura Martín, José Julián Garde López-Brea, Llanos Palop Herreros, Mairena Martín López, Rafael Luján Miras, Miguel Ángel Barba Romero, Francisco Feo Bito, Esteban González Mirasol, Pedro Cascales, Francisco Javier Redondo, Francisco Llopis y Cristina Romero son los 24 académicos con los que cuenta la institución. Faltarían once sillones por completar hasta los 35 con los que cuenta. Además, están los académicos ‘correspondientes’.
